Nacho Vidal, ¿a la cárcel? Escandalosa detención al actor por la supuesta muerte de un fotógrafo

Su nombre real es Ignacio Jordá y a lo largo de su polémica carrera ha protagonizado unas 350 películas, además de trabajar como productor y director de más de otro centenar. También ha participado en películas como “Va a ser que nadie es pefecto” (Joaquín Oristrell) e “Impávido” (Carlos Therón), además de en varios videoclips musicales. A pesar de su fuerte carácter, sorprende también su faceta más tierna o al menos, así es como el actor y celebrity Nacho Vidal presentó su carta de acceso a 'Supervivientes 2015'.

Durante el concurso intentó cambiar su imagen de cara a la audiencia. Sin embargo, poco le diró esa intención, ya que volvió a retomar sus negocios y polémicas tras las cámaras. De hecho, Vidal hoy se ha convertido en tendencia en redes sociales y en todo el país por unas imágenes en las que se le ven entrando en presión por la muerte de un fotógrafo durante un misterioso ritual.

Lavado de cara fallido

La policía ha compartido las imágenes y la polémica ha explotado. Nacho ha sido detenido durante la mañana de hoy por efectivos de la Guardia Civil, pero no ha sido el único, también a un familiar y a una empleada suya por su presunta implicación en un homicidio imprudente durante la celebración de un ritual místico basado en la inhalación de vapores de veneno de sapo ocurrido en julio de 2019 en la localidad valenciana de Enguera, según ha podido saber los compañeros de Europa Press.

Tal y como ha informado el equipo de Policía Judicial de Xàtiva, ''esta operación se inició tras el fallecimiento de una persona durante la celebración de un ritual místico basado en la inhalación de los vapores del veneno de sapo bufo alvarius''. Asimismo, han confirmado que la víctima es el prestigioso fotógrafo toledano afincado en València José Luis Abad.

La investigación se ha desarrollado durante casi un año

Casi un año han estado investigando los profesionales investigación esta causa, en la que finalmente se ha podido constatar la existencia de un delito de homicidio por imprudencia y un delito contra la salud pública, supuestamente cometido por quienes organizaron y dirigieron el ritual, según detalla la Guardia Civil en un comunicado.

Además, se ha podido demostrar que este ritual ''se trataba de una actividad habitual con fines terapéuticos o medicinales que, en sí misma, suponía un serio riesgo para la salud pública, pero que quedaba enmascarada ante lo que parecía un ritual ancestral aparentemente inofensivo, que captaba personas fuertemente sugestionadas, bajo el especial estado de vulnerabilidad o necesidad de sanar determinadas dolencias o adicciones, empleando métodos alternativos'', según ha informado la Guardia Civil.

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