Las palabras más reveladoras sobre sí mismo de Jorge Javier: ''tengo ganas de todo y de nada a la vez''
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''Tengo muchísimas ganas de hacer muchas cosas y ninguna a la vez. Ahora mismo me cogería un avión rumbo a Lisboa, visitaría otra vez la casa de Amalia Rodrigues, pasearía por el Bairro Alto y disfrutaría poniéndome nostálgico. Pero la semana que viene tengo una revisión y pretendo pasar el fin de semana lo más relajado posible. Como si el estarme quieto fuera beneficioso para las venas de mi cabeza, qué se yo''. Con estas palabras arranca su blog de Lecturas Jorge Javier Vázquez, unas palabras que han preocupado mucho.
Acostumbrados a verle siempre en televisión como un todoterreno con las salidas más rápidas y frescas de la televisión, el que el presentador confiese su gran perocupación, miedos y anhelos es algo que ha generado una oleada de comentarios transmitiéndole cariño.
Y es que recordemos que Jorge Javier Vázquez sufrió un ictus este mismo año, susto que le dejó fuera de la televisión y apartado de los escenarios del teatro durante bastantes semanas, hasta el punto que no se sabía si podría asumir el liderazgo de 'Supervivientes 2019', algo que pudo hacer con su desparpajo y energía de siempre, siendo la edición más vista de la historia. Aunque eso ya es lo de menos, Jorge quiere estar sano y tranquilo, sin miedo de que en cualquier sobresalto una vena de la cabeza se tense, altere y le vuelva a dar uno de los golpes más fuertes posibles.
El pasado mes de septiembre en su revisión le volvieron a ver algo que no estaba como esperaban, por lo que el médico le alertó que ''posiblemente tuvieran que volver a operar'', algo que le hizo que el mundo ''se le cayera encima'', ha dicho. Y añade: ''Me ha costado asimilar que a lo mejor tengo que volver a operarme, pero la prueba llega en el momento oportuno. La tengo el martes y ahora sé que puedo aceptar lo que venga''.
A lo largo de todo el blog en la revista citada Jorge Javier abre su corazón y comparte con naturalidad sus miedos e inseguridades. Y es que, aunque ha aprendido a vivir de otra manera, no es fácil lidiar con el temor de que pueda volver a repetirse.
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