Dani Martín vuelve a su pueblo a dar el pregón: “aquí me enamoré por primera vez”
Redactora CADENA 100
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Dani Martín ha vuelto a hacer gala de su humildad, de la generosidad que le caracteriza. El cantante ha regresado a las calles de su pueblo, Alalpardo, donde vivió su infancia, su adolescencia y su juventud, donde fue plenamente feliz para agradecer a su gente el haberle acogido, a él y a su familia, cuando solo tenía seis años.
“Un amigo me preguntó por qué razón iba a hacer esto”
Así ha comenzado este discurso tan comentado y compartido a través de las redes sociales. “Le dije que lo iba a hacer porque hace 36 años llegué aquí con mi familia y este lugar me acogió con mucho cariño”, siguió. “Para mí Alalpardo son las personas, todas las que habéis formado y formáis parte de mi vida”. “Alalpardo significa libertad, significa hacer cabañas, montar en bici”, ha comentado haciendo referencia a esa infancia tan feliz que ha dejado plasmada en sus canciones. Ha hablado de una carrera de bicicletas, ha hablado sobre la gente, sus amigos de toda la vida, la peña “El coñazo”, y el amor. “Aquí viví mi infancia, mi adolescencia, mi juventud, me enamoré”. Ha querido nombrar a todas las personas que han hecho su vida tan especial, para después bromear diciendo; “luego me diréis, no me has nombrado”.
Dani ha demostrado, una vez más, que no importan los kilómetros que tengas a tu espalda, sino el lugar al que siempre deseas volver. “Por eso a veces vuelvo, voy desde donde vivo ahora hasta la que fue mi casa, revivo la infancia, pienso y me vuelvo otra vez”, confesó.
“A mis padres les pesan los recuerdos”
Durante este discurso también hizo alusión a los suyos, a su hermana y a sus padres, tratando de explicar porqué la familia ya no residía en Alalpardo después de tantos buenos momentos. “A mis padres después de que pasara lo de mi hermana les pesaban los recuerdos, es por eso que hoy no están aquí. Un aplauso para mis padres”, decía visiblemente emocionado el artista.
Además, hizo alusión al momento de emanciparse, obligado por su madre y a la relación que tiene ahora con la carretera, inevitable debido a su profesión.
Unas palabras llenas de cariño, que le “salen de dentro”, que reflejan lo que siente por ese lugar mágico en el que vivió momentos inolvidables. Su gente, desde abajo, le aplaudía, le vitoreaba y celebraba ser parte de ese círculo que ayudó a Dani a cumplir su sueño. ¡Qué historia tan bonita!
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