Tania Llasera se sincera sobre su confinamiento: "El sábado quería dejar a mi marido, no le soportaba"

La periodista ha explicado que el confinamiento le está ayudando a enseñar a sus hijos educación emocional
Tania Llasera durante el confinamiento

 

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Tania Llasera es, como demuestra casi a diario en sus redes sociales, una "real mom", con todo lo que eso conlleva: lo bueno y lo malo. Ahora, durante el confinamiento, tras más de dos meses encerrados, la periodista se ha sincerado con Divinity sobre la realidad de su cuarentena, y no todo es tan maravilloso como parece.

Llasera ha explicado que, a veces, llora delante de sus hijos, porque no puede más, y que le alegra saber que, gracias a eso, sus hijos están adquiriendo cierta educación emocional a base de verla: "Han entendido que mamá no puede más y que está hasta el mismísimo de hacerlo todo". En esta entrevista ha explicado que, durante este tiempo, ha tenido que recordarse en más de una ocasión que "yo soy más que una madre".

Tania Llasera durante el confinamiento

 

"Al principio tuve pánico, una sensación apocalíptica muy extraña que me recordó mucho a la posguerra de la que tanto hablaban mis abuelos. Luego estuve enfadada por la falta de libertad y un poco superada por estar encerrada en un piso sin terraza, sin exterior, con dos niños pequeños y con mi marido, que al principio estaba todo el rato persiguiéndome por el piso", comenzaba explicando la periodista, pero reconociendo que, a día de hoy, ha logrado acostumbrarse a esta nueva rutina. Los que, al parecer, se adaptaron muy rápido, fueron Lucía Lenox y Pepe Bowie, sus hijos de tres y cuatro años. Sin embargo, reconoce que está algo preocupada por ellos: "Ahora noto que se les está olvidando socializar, incluso en las videollamadas no quieren hablar con nadie, es como que se les ha olvidado hablar con alguien que no esté físicamente en casa".

El día que Tania explotó

Ya lo contó en su perfil de Instagram, y ahora Tania ha vuelto a explicar que "hubo un punto en el que peté. Mi marido se asustó porque no era capaz de parar de llorar. Y tanto los niños como él se dieron cuenta de que mamá no puede más, que mamá está hasta el mismísimo de hacerlo todo. No digo que mi marido no haga nada, pero hay veces que los niños quieren que lo hagas todo tú". Sin embargo, gracias a esta explosión, su marido y sus hijos han entendido "que mamá es humana, tiene sus limitaciones, y hay veces que necesita estar sola en su cuarto y que le dejen en paz".

En cuanto a la nueva organziación de las tareas en casa, ahora que todos pasan las 24 horas al día juntos, Llasera ha explicado que su marido "ha evolucionado igual que yo", y ha añadido que "yo me encargo de las mañanas y él se encarga de las noches". Sin embargo, ha explicado que no ha sido fácil sobrellevar la situación: "El sábado me quería divorciar, no le soportaba. Le estaba intentando explicar por qué no podía más y me decía: ‘Pero si tu vida es más o menos normal, tú trabajas en casa muchísimo, no sé por qué estás tan a disgusto’. Y yo le dije: ‘Cariño, ¿no te das cuenta de que no tengo vida, que solo soy madre?’ No puedo ir a tomarme un vino con una amiga o irme a bailar. No tengo vía de escape, estoy aquí todo el día y parece que todo se pringa de maternidad. Yo soy más que una madre. Que está muy bien, pero hay un momento en el que acabas hasta las narices".

'Real mom', el nuevo programa de Llasera

La periodista ha estrenado un nuevo programa en el canal Boing, en el que enseña inglés a los más pequeños mientras se divierten, y está siendo todo un éxito: "La gente me cuenta que sus hijos están como locos. Es el primer programa que es cien por cien yo y que es cien por cien mío. Estoy superorgullosa y superfeliz porque también lo he parido yo como madre". El programa, en el que Llasera entretiene a los niños con distintas manualidades y juegos, parece hecho a medida para este momento de nuestra vida, en el que muchos padres se ven desbordados y no saben cómo entretener ya a los niños para que se queden tranquilos, aunque sea un rato.

Muchos padres han tenido que conciliar el trabajo con la vida en casa, algo a lo que no están acostumbrados, y tras dos meses, la situación empieza a normalizarse un poco. Sin embargo, toda ayuda es poca, y el programa de Tania está llegando a muchos hogares como un rayo de luz.

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