Rocío Flores sufre un tremendo susto en Supervivientes 2020: "Tengo ganas de llorar, te lo juro"
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Aunque hace unos días tuvieron una fuerte discusión, y ya habían dado por termnada su amistad, Rocío Flores y José Antonio Avilés tienen que seguir conviviendo y ayudándose mutuamente para poder sobrevivir en Honduras. El pasado domingo, en Supervivientes: Tierra de nadie, a cada concursantes se les asignó una tarea en la que, según sus compañeros,no habían ayudado. Así, el colaborador televisivo y la nieta de Rocío Jurado tuvieron que aunar fuerzas para recoger leña y encender el fuego.
Avilés se empeñó en conseguir un gran tronco que se había quedado varado en plena pendiente, y no paró hasta que lo consiguió. Para ello necesitó la ayuda de la que hasta hace muy poco había sido su inseparable amiga, que también puso de su parte para lograrlo, aunque el esfuerzo acabó provocándole un desmayo. Así, al volver a la playa, la joven tuvo que tumbarse muy mareada y descansar de su sobreesfuerzo.
El empeño de Avilés por conseguir el tronco más grande
"No sé cómo bajar esto", expresaba Avilés pensativo, mientras intentaba sacar el tronco de la pendiente. "¿Me puedes ayudar a subir y así juntos lo llevamos abajo?", preguntaba Rocío mientras intentaba llegar a la altura a la que estaba su compañero. "Hay que tener cuidado, agárrate bien", pedía el colaborador para que la superviviente no se hiciera daño. "Hay que hacer palanca y tirar, pero quítate de ahí que me da miedo hacerte daño", añadía. A pesar de los esfuerzos del periodista, Rocío aseguraba que lo que quería hacer era imposible, ya que el tronco era demasiado grande. Desde la playa aparecía Ivana, que les acercó a sus compañeros un machete para que pudieran cortar las ramas del tronco.
Tras muchos golpes a base de machete, José Antonio Avilés consiguió partir el tronco y avisaba a su compañera que se quitara. "Si lo dejo no puedes solo, no seas bruto. Eres un ansias", explicaba ella. "No es por eso Rocío, pero si arrastro esto y tiro te llevo por delante", comentaba él, preocupado por la seguridad de la joven. Finalmente, ambos lograron su propósito de llevar el tronco hasta la playa y, una vez allí, el colaborador ha asegurado que les ha costado casi tanto "como la obra de El Escorial". "Nos ha costado mucho trabajo, más trabajo que los reyes Magos el 5 de enero por la noche", bromeaba Avilés. Tras ese esfuerzo realizado para no perder el equilibrio y caerse, Rocío se ha sentido indispuesta y ha sufrido un vahído. "Tengo ganas de llorar, te lo juro", le ha confesado a su compañero Barranco, visiblemente afectada.
Los supervivientes, débiles y sin fuerzas
Cada vez es más evidente el estrago que está causando la falta de alimento en los concursantes, que llevan ya dos meses en Honduras y cada vez lo pasan peor. A pesar de que, a diferencia del principio del programa, estas últimas semanas el tiempo está de su parte, las raciones de comida son muy escasas.
Además, a la difícil supervivencia se le suma la convivencia, que tampoco está siendo fácil. Para Rocío están siendo días duros pues, aunque ha recuperado el apoyo de Ana María Aldón, ha perdido la amistad de Avilés, que ha sido uno de sus mejores amigos en la isla casi desde el principio. A pesar de la actitud controvertida del periodista, la joven encontraba en él un gran apoyo, y juntos se lo pasaban genial. ¿Volverán a repetirse estos momentos, o la suya es una ruptura definitiva?
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