Así están siendo los primeros días de vida de la pequeña Roma junto a sus padres Laura Escanes y Risto Mejide
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Roma leído al revés es amor, y precisamente amor es lo que no le falta a la pequeña en sus dos primeras semanas de vida. La hija de Risto Mejide y Laura Escanes llegó al mundo el pasado 2 de octubre dispuesta a revolucionar sus vidas para siempre, y ya lo ha conseguido. Noches en vela, siestas en cualquier parte, paseos por el campo y ojeras, todo compensa cuando miran la carita de su gran amor y la abrazan hasta quedarse dormidos a su lado.
Laura y Risto no pueden evitar compartir en sus redes sociales las imágenes más bonitas en familia junto a su pequeña. Todo es nuevo para ellos ya que es su primera hija en común y juntos están viviendo esta maravillosa experiencia de ser padres, que aunque a veces cuesta, siempre merece la pena al darse cuenta de lo felices que son juntos. Desde una siesta en familia hasta el más enternecedor gesto de su pequeña manita agarrando la de un orgulloso papá al que se le cae la baba cada vez que roza su suave y delicada piel.
El posparto no está siendo fácil para la influencer pero lo está llevando lo mejor posible con sus sentimientos encontrados y sus pensamientos sobre si lo estará haciendo bien como madre o no. Unas preguntas sin respuesta que le atormentan y le hacen soltar alguna que otra lagrimita pero que encuentran solución cada vez que escucha sus suspiros. ¡Qué bonito momento están viviendo juntos! No hacen otra cosa más que pensar en su bienestar y están disfrutando de unos días en familia hasta que Risto se reincorpore en unas semanas al trabajo.
Las emociones están a flor de piel y las palabras bonitas inundan sus redes sociales de recuerdos. “Tú suéltame cuando quieras, que yo estaré aquí para cuando necesites volverte a agarrar”, ha escrito el presentador junto a una bonita fotografía de sus manos entrelazadas. Laura, por su parte, ha compartido una fotografía en la que aparece besando la cabecita de su bebé con un gesto protector que enternece a cualquiera que la mire.
¡Feliz vida, pequeña Roma!
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