El homenaje de Christian Gálvez a su amigo Pau Donés con sus mejores temas: “Ése es tu lema. Nada de humo”

Christian Gálvez se ha despedido de su amigo Pau Donés con una carta en la que utiliza sus temas del disco '50 palos' del año 2017
Christian Gález se despide de Pau Donés

Christian Gálvez y Pau Donés en 'Pasapalabras' después de cantar 'Humo'

Tiempo de lectura: 6’

Pau Donés fallecía el pasado 9 de junio tras luchar durante casi cinco largos años contra un cáncer de colón. Un cáncer que los especialistas ya le aseguraron que solo tenía un 20% de posibilidades de sobrevivir. Así que el cantante decidió aferrarse a ese gran 80% para tomarse sus últimos años como un gran regalo.

Siempre abogó por el ahora y por eso nunca dejó de componer ni de estar presente en el mundo de la música. Pero sobre todo nunca dejó de lado a sus amigos. En su libro ‘50 palos… y lo que siga soñando’, tiene un capítulo dedicado exclusivamente a la amistad. Entre esas líneas podemos leer: “He conocido a gente estupenda en el devenir de los años, personas con las que comparto muchas afinidades, especialmente en el asunto de los valores, que para mí es lo importante. Gente buena, generosa, cariñosa, con buena vibra, que entienden bien qué significa ser amigo de sus amigos. Gente que no pide nada a cambio de su amistad o, en todo caso, amistad de vuelta”.

Pau Donés junto a su libro 50 palos... y sigo soñando

Pau Donés junto a su libro '50 palos... y sigo soñando'Twitter

La amistad para Pau Donés

Y es que Pau Donés definía: “La amistad es cosa seria, vamos. Para mí un tesoro de valor incalculable. Y es que ya no estoy para rollos. O molas o no molas. Y si no molas, pues andate via, o sea: a tomar viento”.

En ese mismo capítulo relata una anécdota con un amigo suyo llamado Xavi. Cuenta la conversación que mantuvieron sobre su cáncer y lo afectado que estaba su amigo, tal era el dolor que en esa llamada Xavi llorando le dijo: “¡Te quiero mucho, Pau! No te mueras, ¿vale? No me hagas esa putada…”. Algo que hizo que también le saltasen las lágrimas a él.

Y es que: “Que un amigo te diga eso es de las cosas más grandes que te pueden ocurrir. Porque significa que hay alguien por ahí que te aprecia, que te tiene en cuenta, que piensa en ti. Porque significa que formas parte de la vida de otra persona, y que no estás solo en el mundo”, escribía de manera brillante.

En las últimas líneas de este capítulo terminaba con el reencuentro junto a este amigo: “Y ahí estaba yo, con un gran amigo mío, con un tipo que seguro hubiera dado lo que fuera para que no me muriera. Y por amistad, no me morí”. Seguidamente la letra de la famosa canción ‘Grita’.

La emotiva despedida de Christian Gálvez a Pau Donés

Por eso las amistades de Pau Donés no eran de postureo, y sus amigos fueron grandes amigos hasta el final, y se dejaron de rollos. Uno de ellos, uno de esos amigos que conoció a lo largo de su vida fue el presentador Christian Gálvez. En las diferentes visitas a su programa pudimos comprobar el gran cariño que se tenían. En uno de ellos, este le confesó a su compañero después de contarle todos los proyectos que tenía en mente en un futuro: “Me quedo solo con una cosa Pau, y es que, además de la literatura, del libro, del disco y de la gira y es que de todo lo que me estás contando, es de la manera que brillan tus ojos amigo. Con eso me quedo”.

Por eso la carta de despedida que ha compartido el también escritor emociona. Una carta que como él mismo asegura en sus redes sociales la escribió para el 50 cumpleaños de Pau Donés y los 20 de ‘Jarabe de Palo’. El mismo ha confesado que tuvo el placer de “leérselo cara a cara y me hizo muy feliz. Mucho”. Y por eso: “Hoy, quizás, tenga más sentido que nunca. Te echaré de menos, compañero. Esto va por tí.”, escribía junto a una fotografía del cantante.

La carta de Christian Gálvez para despedir a Pau Donés

Imagen utilizada por Christian Gálvez para despedir a su amigo Pau DonésInstagram

Esta es la carta íntegra de Christian Gálvez a Pau Donés:

“Cuando la niña Sandra, que no Sara, me pidió hacer un video para tu cumpleaños le contesté:

- Depende.

- ¿De qué depende? - dijo ella

- De si quieres un vídeo normal o un video completo incompleto.

Ella, con wassap de póker, me soltó:

- Buenas noticias. Es para Pau Donés. Cumple 50. 50 jarabes. “Yep! Tú mandas”, acerté a decir, aunque en el fondo, mientras me subía el frío por la espalda, miraba a mi alrededor, un metro cuadrado, solo o bien acompañado, y pensaba : “¿Son ilusinaciones? Necesito tiempo, y el tiempo dura lo que dura el tiempo”.

Sí, lo reconozco, quiero ser poeta, y aunque no suelo compararme y solo a veces soy dueño de mi silencio, pensé en mandarte algo puro. Pero ambos sabemos que en lo puro no hay futuro. Y yo, que como tú, estoy de vuelta de todo, de vuelta de nada, me pinté la cara de azul, ese azul de la tranquilidad y de la paz espiritual, e inicié este viaje de locos. Antes tomé un poco de agua. Agua y sed, serio problema. ¡Sí! ¡A lo loco! ¡Como un pura sangre! El contratiempo es que a veces las palabras se esconden como peces en el agua y en muy pocos momentos sale a escena el don de la oratoria, al menos eso dicen.

Entonces llamo a la Flaca, mi mujer Almudena, y me trae un café. Sí, ya sabes, el café de la morena. “¡Qué bueno, qué bueno!” Grita ella cuando le enseño mi diario personal y lee “Felicitación a Pau Donés por sus 50 Jarabes”. De repente, y para enredar, me comenta: “A ver bala perdida, ¿a dónde vas? ¿Este tipo no es aquel que cantaba “de los libros no se aprende”? ¡Que le felicite su vecina!” Me quedo en silencio.

Tiene razón, porque escribo libros. Ojalá pudiera volverme invisible, mientras se escucha su blablabla, o colocarle alas y exclamar: “¡Vuela de aquí!”. Pero no, a mi novia no le gustan las chicas, y yo la quiero a morir. Ya sabes Pau, lo mío no es un amor de todo a 100. Quizá seamos como Romeo y Julieta, que no eran de este planeta.

Y es que, Pau, no se estar enamorado, enamorado de la música. Pero es escucharte, verte, leerte… y ¡Ay, mamá!, me cambia la piel y se abre un nuevo camino hacia el corazón cargado de emociones. Pero como le cuente esto a Almudena voy a llevármela leve. Leve no, fue peor. “Y ahora, ¿qué hacemos? Menudo desamor. Jo, Almu, ¡te miro y tiemblo! Eres de siempre, nunca, nada”. La lié parda.

Me gritó: “Escucha con atención lo que te voy a decir. Tú no sabes quién soy. Avisa a tu madre que duermes con ella”. Desde entonces vivo en un saco. ¿Realidad o sueño? Al final se pudo arreglar, tranquilo Pau. Solo tuve que rogar: “Duerme conmigo, hice mal algunas cosas pero no soy un bicho. Dejo mi mundo en tu mano”. Me gané su ¡Olé! y me dejó grabar un video mientras se iba al dormitorio musitando: “¡Déjame vivir!” Así que para ir adelantando te diré que ahora toca mi canción porque esto no es un video, es casi una colaboración.

Me vine arriba durante la composición de este tema. Mi mantra fue: “Qué coño, ¡no escondas tu corazón!” Y es que Pau, hay dos días en la vida para los que no nací, y uno de ellos era el de no felicitarte. Por eso estoy aquí.

Gracias por la luz de tu corazón, amigo. Después de todo lo que has pasado en el lado oscuro, te mereces estar agustito con la vida. Has encontrado la salida del bosque de Palo y en ningún momento le entregaste un “quítame la vida” a las valkirias de la armonía. Llegaste a la plaza de las palmeras, casi como un perro apaleao, pero recordaste las luces que viste en Tijuana, aquellas que te hicieron viajar en el tiempo y plantarte en el verano del 96, cuando deambulabas entre las barcas de alguna playa de Barcelona, escribiendo en la arena un “estamos prohibidos” pensando en el futuro incierto de Jarabe de Palo, mientras te acompañaba, a lo lejos, Bob Marley y su ‘No Woman, No Cry’.

Dirás, Pau: “Mira como viene el Christian, no es momento de sentimentalismos. ¡A bailar que empieza el concierto!” Y a mí, que me gusta más bien poco bailar, antes de decir adiós te escribo aquello de que aún no me toca. No quiero bailar, solo quiero que se escriban más canciones con el lema: “Vive y deja vivir”. Ese es tu lema. Nada de humo.

Espero que este texto te parezca bonito, ya que todo te parece bonito. Sin embargo, aquí el único bonito eres tú. Y aquí estamos todos, celebrando la ya no tan breve historia de un músico persona. Tú, que me hacías sonreír, ahora compartiendo un momento como este contigo, nos convertimos en un “somos”, en un yin yang en conexión. Todos los que estamos contigo.

Hoy es de esos días que apetece estar a tu lado, que apetece decir que eres menos que un amor, más que un amigo. Que me gusta cómo eres, nos gusta cómo eres. Así que no te duermas, porque hoy todos diremos: Hoy no soy yo. Hoy somos todos. Todos los que te queremos.

Y antes de que esto llegue a su fin, … Buen viaje, amigo”.

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