Qué es el síndrome de brugada, la enfermedad que padece Carla Barber y que puede provocarle "muerte súbita"
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Hace unas semanas, Carla Barber daba un susto de salud. Ni más ni menos que se trataba de una dolencia cardíaca de la que ahora, y tras los pertinentes exámenes médicos, ha dado más detalles. La doctora, especializada en medicina estética, se ha dirigido a sus 880.000 'followers' en Instagram para, tras ponerle nombre a su enfermedad, compartirlo con ellos. Para hacerles partícipes de este revés que, sin embargo, ha decidido tomarse con serenidad y sin abandonar esa sonrisa que ya se ha convertido en una seña de indentidad en sus publicaciones.
"TENGO SÍNDROME DE BRUGADA. Justo un mes después de mi diagnóstico os cuento qué me pasa. QUIERO DAR LAS GRACIAS A MI CARDIÓLOGO @ftorrescalvo y al doctor @pbrugada63a por su ayuda, tiempo y consejos !Un abrazo a tod@s", es el texto que se puede leer junto a ese vídeo en el que, mirando a cámara con mucha tranquilidad, explica qué es lo que le pasa y cómo se encuentra. Una manera de empatizar con aquellos que estén en ese mismo punto vital y de ser ejemplo de cómo la vida te puede cambiar en un instante. Algo que mcuhos famosos están haciendo, cada vez más, convirtiendo sus redes sociales en algo útil.
"Hace justo un mes que me dieron la noticia de que tenía una enfermedad del corazón. No os había dicho nada todavía porque estaba esperando a tomar una decisión sobre qué hacer. Tengo una enfermedad que se llama síndrome de brugada, es una canalopatía que da lugar a arritmias y que produce muerte súbita", comienza ese discurso muy serio y con mucha carga emocional por las connotaciones que tiene que le hayan descubierto una enfermedad sobre la que, quizás, se haya oído hablar poco. Aún en 'shock', pone cifra a ese riesgo real de que su vida termine por esta piedra en su camino: "Un 3% de probabilidad anual de morir por muerte súbita durante los próximos diez años".
"Es una enfermedad que no tiene tratamiento, no tiene cura, ni tampoco pastillas que se puedan tomar. Lo único que puedo hacer es poner un desfibrilador que impide que en el caso que te de la muerte súbita, te mueras", ahonda en el remedio que le han dado para tratar de minimizar los riesgos. Eso sí, lanza una conclusión muy positiva, para que nadie piense que esto le va a pasar factura en lo psicológico: "No pienso que tengo un 3% de posibilidades de morir, sino un 97% de que no me pase".
"Mis amigos ya saben lo que me ocurre, mi familia también y ahora lo sabéis vosotros. Estoy esperando a los resultados de las pruebas de mis padres para saber si es una enfermedad hereditaria o no. El bisabuelo de mi madre falleció de repente una mañana de muerte súbita", añade Barber, que trata de poner al mal tiempo buena cara y relativizar todo esto que le está pasando y que está intentando interiorizar y asumir lo antes posible para continuar con su vida.
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