Silvia Jato desvela un detalle inédito de 'Pasapalabra' con el que cambió la historia del concurso

'Pasapalabra' es historia de la televisión. Millones de personas han estado enganchadas al programa independientemente de en qué cadena lo echaran y quién lo presentara y eso es algo innegable. Silvia Jato fue la primera en ponerse al frente del concurso en Antena 3 y se adaptó rápidamente al programa, que en un primer momento estaba planteado de otra manera pero ella supo darle la vuelta y hacerlo suyo. Casi 20 años después, ha desvelado un detalle inédito en una visita a 'Zapeando' y ha dejado a todos sin palabras.

Repasamos con @Silviajato sus mejores momentos en televisión. Y también los peores, cómo no ���� #zapeando1515 https://t.co/2GYdqLyClb

— zapeando (@zapeandola6) December 13, 2019

La presentadora hizo un cambio que posteriormente adoptó Christian Gálvez cuando empezó a emitirse el programa en Telecinco. Jato ha desvelado en el programa conducido por Dani Mateo en LaSexta que la idea de hablar tan rápido a la hora de leer los enunciados de las pruebas, sobre todo del rosco final en el que el concursante tiene pocos segundos para adivinar todas las respuestas y llevarse el bote final, no estaba estipulada en el guion, fue una invención suya. “Voy a empezar a cobrar derechos”, ha bromeado. 

¿Practicó mucho @Silviajato para coger esa velocidad de lectura?: "No, la historia es divertida porque leer rápido no estaba en el formato. Lo inventé yo." #zapeando1515 pic.twitter.com/eze00697b9

— zapeando (@zapeandola6) December 13, 2019

Todo empezó con una casualidad ya que al concursante le quedaban 9 palabras para conseguir llevarse el bote final pero solamente tenía 8 segundos para hacerlo, así que se le ocurrió leer las respuestas muy rápido. Se quitó de repente el pinganillo para que el director del programa no le echase la bronca por haber leído a tanta velocidad, pensando que “le iba a matar” por hacerlo. "Dije: a tomar viento, aquí damos el bote. Con la A, con la B, con la C...", ha explicado. "Volví a ponerme el pinganillo y me dijo mi director: la leche, Jato", felicitándola por lo que acababa de hacer. ¡Qué dato tan curioso!