Kiko Matamoros, al límite en 'Supervivientes': los tres problemas de salud que le tienen al borde del abandono

Como cada año, uno de los rostros a los que estamos acostumbrados a ver cada tarde en 'Sálvame' se ha sumado a la aventura de 'Supervivientes'. Un espacio en el que vimos a la ya desaparecida Mila Ximénez o Chelo García-Cortés, entre otros, tiene en esta ocasión representación doble. Porque, tras conocerse que Anabel Pantoja repetiría experiencia -para intentar durar más que aquella escasa semana de la primera ocasión-, era Kiko Matamoros quien se convertía en confirmado después de muchos rumores de que así sería. Y a pesar de ser un hombre en muy buen estado físico, lo cierto es que está sufriendo demasiado en estos compases iniciales del programa. Hasta el punto que no han sido pocas las voces que han advertido que podría barajar la posibilidad de abandonar.

Era este domingo, durante el espacio 'Conexión Honduras' al frente del que está este año Ion Aramendi, cuando conocíamos las impresiones del colaborador con respecto a continuar en liza o no debido a todos los inconvenientes de salud que se está encontrando. Porque, más allá de haber sido acribillado por los mosquitos con el consiguiente dolor de cuerpo, está completamente descompuesto y no para de vomitar. Ambas cosas juntas le han provocado una debilidad que le está llevando al extremo, pero parece que continuará en la isla.

Débil y muy tocado anímicamente

Al menos, eso es lo que se desprende de las palabras que le pronunciaba a Ion, tumbado y con un aspecto muy desmejorado con respecto a hace un par de semanas, cuando emprendió el viaje. "Estoy jodido. Pero, bueno, animado y agradecido a los compañeros", explicaba con mucha sinceridad un hombre que, no se puede obviar, en los últimos años ha hecho frente a diferentes problemas de salud -desde ese tumor que resultó ser beningno hasta la extirpación de la vejiga, pasando por otro tipo de dolencias de carácter ocular-. "Han entendido mi situación y me están ayudando mucho", añadía sin ocultar su emoción Matamoros.

A pesar de ello, está dispuesto a seguir adelante. Y eso que tampoco le ha sido posible participar en el juego de recompensa por una lesión muscular que le ha puesto en jaque. "Tengo un amago de rotura en el cuádriceps, no quiero hacer un esfuerzo que me saque del concurso", le detallaba a Lara Álvarez mientras se señalaba la zona afectada delante de una audiencia que, por el momento, le está dando respaldo a uno de los buques insignia de la parrilla de Mediaset desde hace más de una década.

A todas estas consideraciones de tipo físico que le están lastrando e impidiendo dar el máximo en el juego, como a él, competitivo donde los haya le gustaría, hay que unirles las de carácter psicológico. Muy enamorado de Marta López Álamo desde que comenzaran su relación -esa en la que tuvo que superar el escollo de los prejuicios externos por la diferencia de edad que hay entre ellos-, la echa mucho en falta. Muchísimo. A toda la familia en general, pero a ella, que le dio un pequeño recuerdo para que lo llevara encima durante su estancia en Honduras, en particular.

¿Será capaz Kiko de sobreponerse a todos estos obstáculos que le están aparenciendo delante a pesar de que la aventura parece no haber hecho nada más que comenzar?