La cara oculta de Irene Rosales que ha salido a la luz tras las duras críticas de Kiko Jiménez
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La esposa de Kiko Rivera, Irene Rosales, está pasando por momentos complicados dada su situación actual en cuarentena superando el coronavirus y manteniendo las distancias en la guerra mediática que existe entre Kiko y su madre, Isabel Pantoja.
Irene, a pesar de querer mantenerse fuera del ojo del huracán, ha realizado algunos comentarios ante los medios para aclarar porque su marido se comporta así últimamente y porqué hace comentarios que puedan resultar ofensivos hacia su madre. También, aprovechaba la ocasión para defenderse a si misma de los retractores que no paran de criticarla.
“No es la semana más bonita de mi vida, pero la verdad es un día en el que estoy nerviosa, es un tema complicado para mí, es una situación muy complicada porque no sé qué hacer", comentaba Rosales.
La cara oculta de Irene
La que es ahora considerada “enemiga” de Isabel Pantoja, lo cierto es que la otra cara de Irene Rosales es algo que todo el mundo desconoce.
Actualmente reside en su casa sin poder salir manteniéndose en cuarentena por haber pillado el coronavirus de la forma más entrañable posible: “Estoy contenta porque he pillado el COVID cuidando a mi padre. Es un guerrero, no tiene síntomas y está fuerte”, comentaba feliz.
Por otro lado, en un momento de debilidad, Irene quiso sincerarse y comentar que para poder pagar Hacienda, Kiko Rivera y ella tuvieron que meterse en un reality para quitarse las deudas que tenían todavía por saldar, algo que hizo que la viesen de otro modo, pero no del que ella quería.
“Lo que quiere es trincar la parte del pastel que les corresponde”, comentaba Kiko Jimenez en el pasado programa de “Viva la vida”.
Jiménez afirmó que Irene es quien manda en la relación y que, a pesar de querer mantenerse alejada de toda la problemática madre e hijo, “es ella la que mueve los hilos con Kiko Rivera”, comentaba Jiménez.
“Irene es quien le ha abierto los ojos a Kiko”, comentaba asegurando que la colaboradora del programa en realidad, no se mantenía tan alejada de los conflictos del Clan Pantoja.
Irene Rosales se mantiene firme
A pesar de las críticas hacia ella, Rosales no ha parado de defenderse a ella y a su marido, comentan que llevan años sin salir de fiesta, acallando las voces que dicen que el dinero que les queda lo utilizan para ello. "Está muy agobiado porque se le juzga por todo" afirmaba sobre su marido.
La colaboradora del programa también se siente ofendida por ser considerada “una chica del siglo XIX” ya que decidió perdonar la infidelidad de su esposo, Kiko Rivera, en varias ocasiones. “¿Soy una chica del siglo pasado por perdonar una infidelidad? No voy a contestar a eso. Soy la chica que quiero ser, no tengo que dar explicaciones a nadie”.
En base a lo que se cree de ella y lo que no se ve, Irene se mantiene firme y sigue con la cabeza bien alta, afirmando que todo lo que hace es por su bien y por el bien de su marido, sin necesidad de meterse en disputas familiares. “Es su madre y yo no quiero opinar ni influenciar nada”.
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