Esa moda horrible que nunca más repetirías

¡Tenemos cuenta de Facebook! Ahí nos puedes seguir porque nos encanta hablar contigo y contar con tu participación. Hoy, por ejemplo, te hemos preguntado por esas modas horribles que hemos llegado a llevar en nuestro día a día. Nos hemos enterado de que los tops de mariposas y lentejuelas, esas que se llevaban en los 2000, ¡Vuelven!

Mateo se ha acordado de cuando se puso de moda llevar los pantalos "cagaos", esos en los que los chicos, en su mayoría, iban enseñando los calzoncillos. Algo que, como dice Andrea: "Lo peor de todo es que, si no los llevabas así y los llevabas en su sitio, eras el rarito". Ella, por ejemplo, lo que llevaba mucho y con lo que le entraban todos los males, eran los tirantes del sujetador de silicona transparentes.

En el post de Facebook nos ha dejado un comentario, María Bermúdez. Ella todavía no entiendo en que momento se le pasó por la cabeza seguir la moda de llevar el pelo cardado. Como ha puntado Andrea: "Esos peinados parecían colmenas de abejas". También nos ha dejado un comentario, Raúl García. Nos ha dicho que para moda horrible la que ha vuelto ahora, la de los abrigos-plumífero al estilo del muñeco de Michelín: "Es verdad, que tres personas juntas con esos abrigos ocupan el ancho de una calle", ha señalado Mateo.

Paloma Vázquez nos ha dicho que ella llevó mucho la moda de las sandalias romanas que, claro está que no estilizaban nada. Por si fuera poco, ¡Te llegaban a escocer hasta los gemelos! Incluso Mario López nos ha recordado la época en la que estaba de moda llevar los pantalones de cabellero hasta el ombligo. ¡Con el cinturón por el pecho!

Mateo & Andrea te esperan cada tarde, desde las 17h hasta las 20h, en CADENA 100 con la mejor variedad musical. Además, tienen un número de teléfono donde puedes ser partícipe tú también, contarnos tus historias, lo más divertido. Este en un programa donde tú eres la clave: 662 100 664. ¡Llámanos!

También te puede interesar ...

Cuando unos mangos pueden darte un dolor de cabeza tremendo

El momento en el que te das cuenta si tu relación va a prosperar o no