"Me siento muy pequeña": la confesión más dura de Amaia Romero sobre su carrera en la música

No nos cnasaremos de decir nunca que, si por algo se caracteriza Amaia Romero, es por ser una mujer clara. Lo ha demostrado en todas y cada una de sus exposiciones públicas desde que, en 2017, irrumpiera en la escena musical de la mano de 'Operación Triunfo'. Lo hizo en aquella edición que supuso un nuevo impulso al 'talent' y que terminaría ganando. También en la misma tras la que terminó representando a España en Eurovisión al lado de Alfred García, con quien comenzó una relación sentimental dentro de la Academia. Todo aquello forma parte no solo del pasado, sino también de los cimientos de una carrera en la que transita con seguridad. Una que, al parecer, no es tan sólida como nos hace ver. O eso se desprende de las declaraciones que acaba de realizar en una entrevista.

Ha sido en '20 Minutos' donde se ha sincerado y ha hablado de esos aspectos de la trayectoria de un cantante que no se exponen a los ojos de la opinión pública, pero que pueden marcar más de lo que pensamos. "El hecho de ser mujer en la industria se nota. Hay momentos en los que estoy rodeada de hombres y me siento muy pequeña, me cohíbo mucho. Eso se nota mucho. Sigue habiendo una diferencia bastante clara y eso da pena, pero es lo que hay. Queda mucho por hacer", son esas palabras extraídas de la mencionada charla y que chocan con esa decisión y seguridad que siempre ha aparentado de cara a la galería.

Una imagen que no se corresponde con su sentir

Por supuesto, esa conversación tenía el propósito principal de hablar de 'Cuando no sé quién soy', su último disco que, como se puede intuir en el título, tiene mucho de ella y de lo que ha experimentado a lo largo de todo el proceso creativo. "He querido abrir la mente y probar estilos nuevos. Escuchas las canciones y son bastante diferentes entre sí. En algunas de ellas he querido salirme de mi zona de confort. Este disco ha sido una búsqueda de mí misma, he ahí el título. Durante el proceso no sabía muy bien quién era, pero eso no tiene por qué ser negativo", se sincera, dando muestra de que no le asusta la vulnerabilidad que pueda estar sacando al exterior.

"Desde pequeños se nos ha inculcado que cuando eres adulto tienes que tener una vida formada y tenerlo todo claro y solucionado. Pero ahora he descubierto que eso no es verdad. En la vida no hay una meta clara que alcanzar. ‘Vale, intento conseguir esto y, cuando lo haga, seré feliz’. Eso no es real", reflexiona sobre esavida adulta en medio de la que se encuentra y de la que hay una cosa que no le gusta ni un pelo: la etiqueta de niña buena que se le ha colocado, quizás por la imagen que ofrece: "A veces parezco un poco tonta. O bueno, más que eso, despistada. Pero es que yo no soy solo eso".