La poderosa reaparición de Isabel Pantoja en concierto en pleno conflicto familiar con una petición a la vida
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Por muy malos tiempos que azoten, hay algo impepinable: cuando Isabel Pantoja se sube a un escenario, lo domina todo y consigue que todos sus problemas, por muy duros y profundos que sean, queden enterrados en un segundo plano. Anoche, en Jerez de la Frontera, lo demostró una vez más. La tonadillera reaparecía antes su público casi año ymedio después y después de haberse visto afectada por una polémica con sus entradas de manera colateral: se pedían más de 1.200 euros en la reventa en una estafa de la que han sido víctimas muchos fans, de avanzada edad, de la cantante.
Para resarcirse de ese mal sabor de boca y evadirse de esa guerra familiar que le ha llevado a estar ya más de un año sin tener relación con quien, hasta ese momento, era su ojito derecho y el gran pilar de su vida: su hijo, Kiko Rivera. Este no estuvo presente en la noche gaditana. Ni de manera física ni espiritual. Porque Isabel ha aprendido a no lanzarle si quiera una indirecta con la que se pueda hilar un titular morboso al día siguiente. Isabel se dedicó a desplegar la grandiosidad de su espectáculo. Eso sí: lo hizo con un vestido negro lleno de simbolismo, como queriendo escenificar ese luto que se vive en uno de los clanes más célebres de nuestra farándula.
Cordon Press.
Eso sí, por momentos, a la artista le costaba contener una emoción más que evidente en un semblante que se tensaba por momentos. ¿Cuestión de los recuerdos que asolaban su mente o de las vibraciones pos subirse de nuevo a las tablas de un escenario después de tanto tiempo? No podemos contestar a esa cuestión, pero sí transcribir esas palabras que pronunció acaricionado su micrófono: "Petición para todos: salud y ¡viva la Virgen del Rocío!".
El único pilar familiar incondicional
También podemos recoger las de su sobrina Anabel en las redes sociales. Fue la única de la familia que estuvo entre bambalinas siguiendo la actuación. Esperando el remate del 'show' para fundirse en un emotivo abrazo con ella en el camerino. De esos que demuestran que está a su lado y que han provocado que la gente no tenga la menor duda de qué lado se posiciona la sobrinísima en el conflicto que le ha valido la ruptura con su primo Kiko, antaño una especie de hermano para ella. "Única. De las que quedan. Arte. Magia", se podía leer en una de las publicaciones compartidas por la 'influencer' en esas redes sociales en las que se ha abierto hueco a pasos agigantados desde que comenzara la pandemia.
Al margen de Anabel, que dejó constancia de su presencia con más de una decena de 'stories' de todo tipo desde que pisó el recinto donde su tía iba a actuar, también estuvo al lado de Isabel Alberto Dugarte, su peluquero y una de las pocas personas que conforman ese ámbito íntimo de confianza de la estrella de la canción. A este le acompañaba Amor Romeira que, a buen seguro, dará algunos detalles de cómo vivió ese 'show' en alguno de esos platós de Telecinco en los que interesa cada paso que da la Pantoja. Dentro y fuera de los escenarios. Sobre tood, fuera...
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