Madonna y el conmovedor mensaje ante la muerte de su gran mentor: "Cambió el curso de mi vida"
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Madonna acaba de recibir una de esas noticias que te parten el alma. Una de las personas a la que le debemos que se dedique a la música, porque no dudó en apostar por los sonidos de una de las grandes divas del pop desde hace años, acaba de fallecer. "Seymour Stein nos ha dejado Necesito recuperar el aliento", es la primera frase que se puede leer en un 'post' que acompaña con una imagen en blanco y negro de ambos, seguidos de varias de momentos que le han marcado junto a esta figura que describe como "uno de los hombres más influyentes de mi vida", añadiendo: "Él cambió y dio forma a mi mundo".
Acto seguido, la gran estrella que forma parte de la mejor variedad musical de CADENA 100, cuenta cómo se fraguó esa relación, para que se comprenda por qué era esencial para ella: "Aceché a un DJ llamado Mark Kamin durante un año en un club llamado Danceteria. A principios de los 80. Finalmente accedió a tocar mi demo de una canción llamada 'Everybody' un sábado por la noche. El club estaba repleto. Estaba allí un hombre de A&R de SIRE Records: Michael Rosenblatt. Escuchó la música y me preguntó si podía llevarme a conocer a su jefe, Seymour Stein".
Lo que no se imaginaba es que este tal Seymour, que a la postre dejaría una impronta imborrable en todo lo que ha hecho, se encontraba "en el hospital por una enfermedad de corazón", seún ese relato que continúa: "No me importaba ¡Vamos! Cuando lo conocí, estaba acostado en una cama de hospital en calzoncillos y camiseta de tirantes. Tenía una cánula en la nariz y un gotero de solución salina en el brazo. Estaba sonriendo como el gato de Cheshire".
Así nació la estrella que hoy es Madonna
Una descripción a la que siguen las siguientes palabras: "Llevaba mi boombox gigante listo para reproducir mi casete para él de inmediato! ¡Sonrió y se rió cuando me vio y me preguntó si yo era pariente de la Virgen María. Sabía que nos llevaríamos bien. Le puse la canción un par de veces. Me firmó con su sello discográfico ese día. Este momento cambió el curso de mi vida para siempre. Y fue el comienzo de mi viaje como artista musical. Seymour no solo me escuchó sino que me vio a mí y a mi potencial. Por esto te estaré eternamente agradecida".
"Estoy llorando mientras escribo esto. Las palabras no pueden describir cómo me sentí en este momento después de años de luchar y estar en la ruina y de que me cerraran todas las puertas en la cara. Cualquiera que conociera a Seymour sabía de su pasión por la música y su gusto impecable. Tenía un oído como ningún otro Era intenso, perversamente divertido, un poco loco y profundamente intuitivo", se puede leer en ese texto al que da carpetazo con unas palabras muy cariñosas hacia él: "Querido Seymour, nunca serás olvidado. ¡Gracias! ¡Gracias Gracias! ¡A brillar!".
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