La lección que Raquel del Rosario aprendió de su abuela y que, ahora, comparte: "A la calle se sale a luchar"

Una semana después de perderla, la cantante ha querido hacernos partícipes de esa manera de ser y pensar de una de las mujeres que han marcado su vida
Raquel del Rosario y su valiosa reflexión tras cerrar la puerta al regreso de El Sueño de Morfeo
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Hace seis días que, al lado de un álbum plagado de recuerdos, Raquel del Rosario anunciaba que acababa de perder a su abuela. Una mujer que, como se podía leer en ese conmovedor texto en el que explicaba cómo habían asistido al apagado apulatino de alguien que había estado llena de vitalidad. Aquel había sido el último 'post' de los que figuran en su 'feed' de Instagram... hasta ahora. En ese mismo lugar que utilizaba hace casi una semana para despedirse públicamente de ella, ha querido compartir una lección que aprendió de esa mujer que tanto le ha marcado en la vida.




"Alguien que conoció a mi abuela escribió algo el día que partió: 'Era una mujer de las que decían: 'Se llora de puertas adentro', y que a la calle se sale a luchar", es la primera frase, rotunda, que nos da la primera parte de ese carácter de la Yeya Consuelo. "Supongo que enviudar joven y con hijos en aquella época debió ser muy duro, pero tuvo que serlo más pasar el resto de su vida de luto (nunca volvió a usar una prenda de color) y sin darse el permiso de abrirle el corazón a nadie más. Desconozco si lo tenía totalmente roto, si trataba de protegerse de un nuevo 'abandono' o del qué dirán, o tal vez de todo a la vez", continuaba la cantante en ese cabalgar de frases cargadas de sensibilidad.

Sabiduría que cala hasta el alma

"Dicen que lo que sanamos en nosotros lo sanamos en generaciones pasadas y futuras, liberamos a nuestros ancestros de todo aquello que su época y sus circunstancias les hicieron ser y hacer, y a su vez liberamos a nuestros hijos de esa carga generacional inconsciente", es la antesala a darnos un detalle de esas horas previas a su fallecimiento: "La noche anterior a la partida de Yeya, estaba desvelada pendiente del teléfono y de recibir noticias. Leo se despertó y me dijo: 'Mami, tenemos que abrir la puerta'. Le dije que era muy tarde y que nadie había llamado a la puerta, volvió a decírmelo: 'Mami, tenemos que abrir la puerta'". Y aclara: "Horas más tarde entendí a que puerta se refería".

Todo esto le sirve a ella para sacar conclusiones que, por supuesto, también comparte con esa conunidad virtual: "Los niños vienen predispuestos a ayudarnos a sanar, a ordenarlo todo, a romper patrones y 'hechizos'. En realidad todos vinimos con esa misma misión, pero lo olvidamos. Así que hoy, teniendo un escenario mucho más favorable. 'No puede ser que estemos aquí para no poder ser', como dijo Julio Cortázar. No puede ser que estemos aquí fingiendo desinterés cuando algo nos enciende el corazón, no puede ser que nos quedemos con las ganas por si sale mal, por miedo al dolor, a que no sea recíproco, por miedo a darse más que el otro".

"¿Y si duele?, dejemos que duela. Y si hay que llorar se llora, de puertas afuera también. Porque si hay algo que NOS libera, es aceptar y compartir nuestra bendita vulnerabilidad. Y sí, "I can buy myself flowers", pero ¿porqué mejor no cultivo mi propio jardín?", es el remate a este nuevo regalo en forma de texto que nos ha hecho la que fuera vocalista de El Sueño de Morfeo.




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