Presume de piel hidratada en verano con estos sencillos consejos

Hidratarse la piel es importante durante todo el año pero en verano es algo que se convierte en obligatorio. El calor hace que aumente la sequedad en la piel y por ello necesitamos mimarla mucho durante esta época del año en la que los termómetros marcan más de 30 grados. Además, no solo es importante hidratarse por fuera sino también por dentro. Te proponemos algunos consejos que debes seguir para presumir de una piel cuidada y con mucho brillo.

Bebe agua

Cuando pensamos en hidratar la piel creemos que la solución está en embadurnarse de crema pero esto no es del todo así. Por muchas cremas que te apliques, si no hidratas tu cuerpo por dentro nunca conseguirás un buen resultado. Es importante beber un mínimo de 2 litros de agua durante todo el año pero en verano hay que aumentar la cantidad porque sudamos más y perdemos una mayor cantidad de líquido.

Si no te gusta beber tanta cantidad de agua o no te gusta su sabor, en verano estás de suerte porque existen muchos trucos para beber agua la mar de fresquita y con muchos sabores diferentes. Puedes optar por una buena taza de té helado o incluso mezclar fruta o verdura en una botella con agua y hielos. Prueba con pepino, fresas o cítricos, ¡te encantará! Esto va a ayudar a refrescarte y te aportará un extra de vitaminas y minerales.

Protege tu piel del sol

Sabemos que es un rollo llenarte la piel de cremas en verano porque el cuerpo se queda pringoso pero es esencial, sobre todo en el rostro, utilizar crema fotoprotectora para evitar que te salgan manchas. En tus primeras exposiciones al sol, comienza con un factor de protección 50 y luego ya puedes ir bajando el nivel según vaya avanzando el verano, aunque no se recomienda bajar del factor 15 si estás muchas horas bajo el sol. Si estás en la playa o en la piscina, no olvides echarte crema con protección solar cada hora, ya que el agua del mar y el cloro disminuyen poco a poco sus efectos. 

Aplica crema después de la ducha

No hay nada mejor que la sensación de salir de la ducha y aplicar una crema fresquita en la piel, que huela bien y que te transporte directamente a un lugar paradisíaco solo con su olor. Si lo pruebas, no querrás parar y conseguirás que se convierta en un hábito para siempre. Además, si te cuesta hacer un hueco para echarte crema o te parece que vas a perder mucho tiempo, ya existen cremas que te aplicas directamente dentro de la ducha o incluso puedes usar aceite, una manera fácil y rápida de hidratar la piel.

Utiliza mascarillas faciales

Guarda tus mascarillas en la nevera y prueba la sensación de aplicarla directamente en la cara. Ayudará a reducir la sensación de cansancio y disimular un poco las bolsas y ojeras propias de esta época en la que nos cuesta dormir por el calor. Si no tienes ninguna mascarilla a mano, puedes probar a hacerla tú en casa con ingredientes tan naturales como el aguacate, la miel o el yogur. Aplica una vez a la semana cualquier mascarilla y poco a poco irás notando tu piel más suave.