La verdadera razón de la delgadez de Rocío Flores que nada tiene que ver con dietas o retoques
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Desde que regresó de la isla de 'Supervivientes', es otra. Rocío Flores aprovechó su aventura en Honduras para quitarse unos cuantos kilos de encima y caminar hacia una nueva vida en la que primase su bienestar físico. Ya que había adelgazado por las exigencias de un 'reality' que a varios de sus exconcursantes les ha costado ciertas secuelas ese cambio de peso tan repentino, decidió continuar la senda marcada. Y lo cierto es que, las imágenes que iba compartiendo en sus redes sociales no era sino la muestra evidente de que había decidido continuar arañando cifras a la báscula.
Desde entonces, y con esto queremos decir año y medio, se ha escrito mucho sobre los hábitos nuevos que le han permitido ser esta nueva Rocío -al menos, de cara al exterior. De ellas hemos escuchado y leído desde los detalles de las dietas seguidas para no descuidarse hasta el ejercicio que la propia Flores ha mostrado en las redes sociales que realiza de manera periódica. Pero hay un tercer factor del que no se ha hablado y que, desde luego, ha sido igual de determinante que esas otras dos patas sobre las que ha edificado un cambio que salta a simple vista.
¿A qué nos referimos? A todos esos quebraderos de cabeza que tienen a la joven preocupada y que, por supuesto, son también un factor determinante a la hora de ir perdiendo peso. Si nos fijamos en su evolución, desde que su madre, Rocío Carrasco, comenzara a hablar en televisión de esa versión de lo que vivió durante los años de relación con Antonio David Flores, padre tanto de Rocío como de su hermano David, ella ha ido moldeando aún más un cuerpo que, en los meses, se ha esculpido más a base de preocupaciones que de otra cosa. Sobre todo, teniendo en cuenta que hay una segunda tanda de capítulos en la recámara que no tardarán mucho en ver la luz. Porque, a pesar de que en los últimos días se había hablado de la posibilidad de que la cadena estuviese analizando bien el contenido para asegurarse de que no se meterían en problemas legales, ya ha habido voces que se han alzado para sostener que se siguen los tiempos y el plan establecido de antemano.
Reencuentro judicial
Tampoco creemos que vaya a ser plato de buen gusto, por mucho daño que se hayan hecho mutuamente en el pasado, tener que ponerse cara a cara en un juzgado con su madre. Recordemos que esto no sucederá hasta el próximo mes de mayo. Será en los juzgados de Alcobendas donde, presuntamente, se producirá un reencuentro entre ellas más de una década después y en términos muy diferentes a los que le habrían gustado a Rocío hija -seguramente, también a la madre-. Porque, desde que diera el paso de convertirse en un personaje público, se ha hartado de pedirle a Rocío Carrasco un encuentro en el que limar asperezas.
Cordon Press
Esta ocasión, con la joven acudiendo como defensa de su padre ante la demanda interpuesta por su madre, no creemos que se vaya a dar el ambiente propicio para que las aguas entre ellas empiecen a reencauzarse. Seguirá siendo una de esas preocupaciones que han llevado a la 'influencer' a lucir con menos peso que nunca.
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