La operación a la que se ha sometido Gisela cuatro días después de dar a luz: "Un sufrimiento absoluto"
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Ella misma había hablado de ello en alguna entrevista durante el embarazo. Gisela se había encontrado con la vicisitud añadida de un cólico nefrítico al que no habían podido poner la solución adecuada para no poner en peligro el feto. Una vez ese niño fuera -al que ya sabemos que le han puesto el nombre de Indiana y que llegaba al mundo el pasado sábado, 30 de marzo- la cantante ha tenido que ingresar de nuevo en el hospital para someterse a una intervención quirúrgica y hacer desaparecer, de una vez por todas, esas piedras en el riñón que le han obligado a llevar un catéter en la parte final de ese estado de gestación.
Era en el espacio de Antena 3 'Y ahora Sonsoles' donde una de sus colaboradoras, Lorena Vázquez, explicaba cómo una de las decenas de voces que han salido de la Academia de 'Operación Triunfo' en nuestro país se encontraba, en esos momentos, en la mesa de operaciones en una intervención que había sido convenientemente programada por los facultativos. Porque sí, a pesar de que hace apenas unos días que se había sometido a una césarea, los médicos que se han encargado de la salud de Gisela durante todos estos meses, habían determinado que lo mejor era terminar con ese problema de una vez por todas lo antes posible.
"Ya es mamá y entra de nuevo en el quirófano", eran las palabras de Lorena, suavizadas con la explicación de que la cantante es una mujer fuerte y optimista, lo que ha sido un factor a tener en cuenta para realizar esta operación. "Gisela sigue en quirófano por esas piedras en el riñón", añadía, antes de recalcar el calvario que ha atravesado la protagonista de la noticia: "Ha sido un sufrimiento absoluto y ha hecho que el embarazo haya sido dificilísimo para ella". Además, subrayaba la tranquilidad con la que estaba afrontándolo y el plus de energía y felicidad que le daba tener a ese bebé en su casa y en perfecto estado.
El infierno al que ha hecho frente
Era el pasado mes de febrero cuando se sinceraba en una entrevista con la revista 'Semana' cuando ofrecía los detalles de este percance de salud en medio de su embarazo. "Tengo días mejores y peores, pero tuve un momento en Navidad en el que no podía andar por culpa del catéter y me quedé en cama. Hablé hasta con el urólogo a ver si había algo que pudiéramos hacer, quitarlo o algo. Le rogué una solución, pero me dijo que si me lo quitaban era peor, que se podría obstruir la piedra, que el catéter no la pudiera recolocar y me tuvieran que hacer un agujero en la espalda y sacarme una bolsa. Así que a aguantar. Y sin poder tomar casi nada para el dolor. Me han dicho que aguante todo lo que pueda, pero un dolor extremo también me puede provocar un parto prematuro. Creo que en todo el proceso me he tomado tres paracetamoles y fueron para aguantar los conciertos", contaba de manera pormenorizada todo lo que ha tenido que atravesar. Lo hacía en ese momento, cuando estaba a punto de ver la luz al final del túnel.
Gisela, que manifestaba estar a caballo entre "el infierno y el deseo máximo", explicaba que, hasta ese momento, no había querido saber el sexo del bebé. Aseguraba que, aunque en un principio le hubiese gustado que fuese una niña, luego cambió de opinión por un varón y, en estos momentos, le es indiferente. ¿Ha pasado miedo a lo largo de todos estos meses? Una de las decenas de voces que han salido de la Academia de 'Operación Triunfo' respondía con mucha sinceridad: "Miedo de no conseguirlo. Porque el dolor físico lo puedo soportar, soy bruta y cabezota".
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