La increíble evolución de los posados veraniegos de Ana Obregón

La actriz consiguió convertir en algo icónico la fotografía con la que daba inicio a la época estival
Ana Obregón

 

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Ana Obregón, año tras año, daba inicio al verano con un increíble posado, lo que se convirtió en una auténtica tradición. Su primera fotografía de este estilo se publico en el año 1985 y fue tomada para la revista de Diez Minutos. “He encontrado esta portada con mi primer posado de verano. Las fotos las hicimos en Los Ángeles, donde acababa de protagonizar con Bo Derek la película americana de Bolero y empezaba a grabar la serie El equipo A. Sin maquillar y sin peinar, tal cual” confesó la actriz. Así empezó todo aunque, con los años, todo ha ido evolucionado.

Ana Obregón

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Con el tiempo, esa naturalidad con la que comenzó fue cambiando hacia una Ana Obregón mucho más arreglada, con la cara maquillada, llena de accesorios y joyas y con una elección de ropa de baño muy meditada. Podía ser en bikini, con un trikini, con un bañador, incluso con pareo o con una camiseta mojada en el mar, cada año sorprendía con algo nuevo. Incluso, llegó a hacer uno en honor a los vigilantes de la playa, entera de rojo y con un salvavidas en la mano. Sin embargo, siempre con su toque sensual, con una figura impecable e increíblemente arreglada, algo muy diferente a aquel posado del año 85.

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Sin embargo, el año pasado la actriz no tuvo oportunidad de realizar este tradicional posado ya que tenía cosas mejores en las que pensar. El pasado verano se encontraba en Nueva York, donde su hijo Álex Lequio estaba recibiendo un tratamiento para combatir el cáncer que padecía. Aun así, este año ha vuelto a las andadas, pero de una manera totalmente renovada. “Es un honor para mí anunciar durante 3 décadas la llegada del verano y este año puedo aseguraros que es el más feliz de mi vida porque mi hijo ha ganado la batalla contra el cáncer” explicaba la actriz con su posado este verano.

No obstante, sus últimos posados son bastante diferentes a lo que nos tenía acostumbrados. Ahora opta por mostrar su lado más humano, más natural y más transparente. Ana Obregón ha hecho el que, probablemente, sea el posado más importante, ya que se tomó una fotografía muy entrañable con su hijo en la piscina mientras disfrutaban de una tarde muy calurosa. Y, además, ha vuelto a sus inicios con una imagen sin ningún tipo de filtro, retoque, maquillaje o peluquería, totalmente al natural.

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