La demoledora carta de Ana Obregón donde recuerda, una vez más, a Álex Lequio: "Ni caso me hicisteis"
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Ana García Obregón ha vuelto a compartir uno de esos recuerdos que nos dejan completamente conmocionados junto a su hijo, Álex Lequio. No cabe duda que estas fechas, desde que falleciera el joven, son las más duras para la actriz y, por ello, no para de recordarle y homenajearle. ¡Desde CADENA 100 te mandamos todo nuestro ánimo, Ana!
En esta ocasión, con motivo de la noche más mágica del año, la noche en la cual se cumplen los sueños, la noche de Reyes, ha compartido unos tiernos recuerdos con Álex con unas emotivas líneas.
"Tu primera y última noche de Reyes. Queridos Reyes Magos: Creo que no voy a pedirles nada, porque ya no tengo nada que pedir para mi. Ustedes saben que cada año tenía un ritual con mi niño y les escribíamos cartas con nuestros deseos que espero recibieran. Hoy he encontrado la mía que les mande hace 2 años... La carta en la que les pedia que salvaran la vida a mi hijo del cáncer porque era la persona más buena , luchadora, especial , generosa y divertida del universo. Porque era la persona que más me quería y la persona que yo quería más del mundo. Ni caso me hicisteis. Por eso, Majestades ,este año les pido regalar salud a todos los que hayan sido buenos. Y para mi, si es posible , que me sigan dando fuerzas para seguir perdonandome cada día la vida", ha escrito Ana.
Ana Obregón: ¡Prueba superada!
Sin lugar a dudas, aunque la vida nos ponga a veces tantos obstáculos, lo que cuenta es superarlos. Que se lo digan a ella, a nuestra querida Ana Obregón, que terminó el 2021 dando positivo en coronavirus. Una noticia que nos pilló a todos por sorpresa hace tan solo unos días y que, como sustituto de Ana en las Campanadas, Jacob Petrus se unió a Anne Igartiburu en esta gran cita de Año Nuevo. Ahora, la actriz nos informa de que ha superado con éxito la enfermedad.
"Por fin he dado negativa en COVID. Esta variante para mí ha sido como un catarro muy fuerte, ni siquiera fiebre, ni tos. Estar estos 10 días de las Navidades más tristes de mi vida en casa sola sin poder ver a nadie, ha sido una prueba más que me ha puesto la vida...", ha empezado contando Ana.
Continuaba así: "Ni siquiera he podido ver a mi padre que por cierto se contagió y a sus 95 años no tiene ni un síntoma. Esto me demuestra la importancia de las vacunas, que ojalá pudieran llegar a todas partes del mundo porque sería la única forma de acabar con esta pandemia". Un mensaje de concienciación y superación, pues ha tenido que afrontar unas tristes Navidades pero llevándose un gran aprendizaje: que las vacunas sí salvan vidas y son necesarias.
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