Tamara Gorro, rota: las tres informaciones sobre Ezequiel Garay que la han destrozado
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Rota como nunco antes la habíamos visto. A lágrima viva y haciendo esfuerzos porque se la entendiera. Así es como aparecía Tamara Gorro en sus 'stories' de Instagram este mismo domingo por la noche, tal y como recogimos en CADENA 100 nada más ver esos pequeños 'clips'. La 'influencer', que hace dos semanas justas anunciaba a través de esa misma red social que había roto su relación con Ezequiel Garay, aunque también advertía que se trataba de una separación para intentar reconducir las cosas, se mostraba en pleno ataque de ansiedad. El motivo no era otro que unas informaciones aparecidas en televisión sobre los supuestos hábitos que habrían dinamitado la que parecía la relación de pareja ideal.
Era en 'Viva la vida' donde se recogía el testimonio de Iker, una persona muy cercana al matrimonio que ha decidido darse un tiempo. Este aseguraba en el espacio de fin de semana de Mediaset que no tenían mucha vida social y que él tenía ciertas "adicciones" que eran lo que había terminado de dinamitar la relación. Unas que pasaban por el tiempo excesivo del que fuera futbolista -recordemos que el Valencia prescindió de sus servicios después de una lesión de larga duración- con la videoconsola y que habría sido determinante para que asistiéramos al desenlace ya conocido.
Una información esta corroborada y ampliada por un segundo informante con el que contactaba el mismo espacio televisivo: "Todo lo que muestran en Instagram es mentira. Ella le llama para hacer un vídeo, graban un minuto, y él se vuelve a ir". Unas frases con las que sostenía que él se despegaba de su consola para cumplir con los designios de su pareja, pero que, en realidad, esa vida idílica que mostraban a los 'followers' no existía ni por asomo. "Tiene costumbres que a ella no le gusta. Él no trabaja y hace cosas que no, hace cosas como jugar a la Play, estar en con la tele... Por la mañana, la noche, no le gustaba mucho todo que jugara a la Play, se pasaba las noches jugando", continuaba.
Aunque, quizás, lo más duro de este testimonio llegara con ese apunte de que ella ha llegado a no dormir en su puesto de trabajo para no sentir la enorme soledad de estar al lado de alguien que no le prestaba -siempre según la versión de este informante- la dedicación y cuidados que se merecía: "Yo he escuchado a Tamara llorando en la oficina y decir: 'No puedo más'. Ella ha visto como que él tiene un vicio, eso decía ella, que es adicto. Ella siempre está trabajando, a veces dormía en la oficina para estar sola. Ella se ha cansado y quiere tiempo".
Tamara entra en directo
Ella no tardaba en coger el teléfono y, por alusiones, entrar en el espacio que este fin de semana conducía Sandra Barneda para desmentir lo que estaba escuchando. "Respeto vuestro trabajo, nunca os voy a culpar de nada. Estoy enferma, no le he hecho nada a esa persona que ha entrado, lo que ha contado es mentira. Mi marido es excepcional. Miles de matrimonio se toman un espacio, no siempre se tiene que terminar mal. no os lo digo a vosotros pero estoy enferma y me quiero curar, se lo digo a la gentuza que se quiere subir al carro", era su desgarrador relato.
Un par de horas más tarde y en la misma línea, era en esos 'stories' ya mencionados donde hacía hincapié en lo mismo que había dicho en directo. Quizás no debería grabar estos 'stories', pero me sale hacerlo, porque... Porque, basta ya, no puedo más, estoy enferma y me está costando mucho todo... Quiero dejar claro, he atendido a todo el mundo, a todos los compañeros, a la prensa, lo seguiré haciendo... No juzgo ni voy a malmeter ni contra directores ni contra cadena ni contra colaboradores... Ellos hace su trabajo y es así, pero la gente que se esta subiendo al carro, mintiendo, dejando a Ezequiel mal o a mi familia, no lo puedo tolerar. Yo estoy mal, y ya no puedo más. Por eso entro al programa en directo y os lo digo a vosotros. Yo intento salir, pero joder es imposible con gente así. Que se suben al carro, que mienten y que, joder... Yo creo que soy una persona muy normal y que digo todo como lo siento, pero es que no puedo más. Por favor...", era su grito desesperado que no tardaba en hacerse viral.
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