El cabreo de Marta Riesco con 'Socialité' por sacar a la luz el problema que tiene con sus compañeros

A la reportera de 'El programa de Ana Rosa' no le ha hecho ni pizca de gracia que se airee cuánto de molestos están algunos por el uso que hace del baño
La mayor mentira pública de Marta Riesco
Telecinco

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Sucedía el pasado sábado. En 'Socialité' ofrecían un amplio reportaje sobre lo molestos que se encuentran algunos compañeros de Marta Riesco por el uso que hace de los baños de los estudios de Mediaset. Un reportero localizaba esa estancia en la que se fotografía para un buen número de sus publicaciones en Instagram y, además, entrevistaba a algunos compañeros que clamaban porque se parapeta allí, poniendo una papelera en la puerta para impedir el paso, y con la música a todo volumen lo utiliza como si fuese su camerino. Es más, uno de los afectados, con la voz distorsionada para salvaguardar su identidad, le echaba en cara que lo dejaba todo hecho un asco con pegotes de maquillaje.

Este mismo explicaba cómo, incluso, le llegaron a poner un cartel indicando que era el camerino de Riesco, algo que no se tomó nada bien, arrancando el folio de cuajo de la puerta. Los compañeros de 'Socialité' iban un paso más allá y pegaban una estrella dorada con su nombre para certificar que ese habitáculo se ha convertido en su auténtico camerino. Que ha tratado de hacerlo de su propiedad a pesar de que se trata de una zona común.




Ahora, lo que conocemos es la reacción de ella. Y a la reportera de 'El programa de Ana Rosa' no le ha sentado nada bien la pieza que le dedicaron desde ese espacio de la misma cadena en la que ella trabaja, y ha respondido de manera escueta, pero con un tono de evidente cabreo, a un compañero de la prensa que le ha lanzado la pregunta mientras caminaba tranquilamente por la calle: "Supongo que para que la gente se ría y yo pase un poco de vergüenza". Una sentencia con la que ponía sobre la mesa cómo le ha hecho sentir lo emitido hace un par de días.

¿Qué es lo que incomoda a sus compañeros?

Al parecer, Marta coloca la papelera en la puerta para impedir el paso a nadie que no sea ella y se pone reguetón a todo volumen. Es entonces cuando empieza su sesión de belleza previa a la fotográfica. Algunos testigos sostienen que se viste y se maquilla en una zona común como lo es esa, como si fuera la dueña y señora de la misma. Es más, se quejan no solo del tiempo que permanece ahí encerrada -una hora que, explican, no es una exageración-, sino de cómo lo deja cuando se va. Con la voz distorsionada para que no lo identifique, uno de los confidentes del reportero de Patiño manifiesta: "Deja el baño hecho una pocilga: deja maquillaje, botes, pegotes en el lavabo, en el grifo... Ya que no nos dejas mear, por lo menos limpia lo que ensucias".

Marta Riesco ya tiene su camerino en los baños de Mediaset gracias a Socialité


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