Lechazo asado, un plato único para saborear la Navidad de la mejor forma posible

Aunque estas Navidades sean diferentes, no es excusa para no poder disfrutar de un riquísimo lechazo asado
Lechazo asado, un plato único para saborear la Navidad de la mejor forma posible
CADENA 100

Locutora CADENA 100

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Esta es una de esas recetas que hay que atreverse a hacer por lo menos una vez en la vida. Yo no las tenía todas conmigo, pero la verdad es que me salió muy rico… Y ahora que vienen las fiestas, es un buen plato principal.

Como las comidas son de poquitas personas este año por el COVID, que por lo menos comamos algo rico y hecho en casa. Pero hay algo más que decir, como diría Lolita Flores: “tengo anécdota, anécdota...”

Me comprometí a preparar un lechazo asado hace 3 años por Navidad. Recuerdo que busqué como una loca una buena cazuela de barro, (porque mis amigas “castellanas” me dijeron que un buen lechazo se asa en cazuela de barro). Y yo, que soy de seguir las tradiciones a pies juntillas, me recorrí medio Madrid en busca de la famosa cazuela... Y nada, que no encontraba ninguna de la medida que necesitaba, porque éramos unos cuantos... ¡Menuda odisea! Hasta llamé a dos tiendas de hostelería…

El tiempo se me echaba encima y recuerdo que esa tarde, estaba en directo en Cadena 100 y se me ocurrió decir en antena que necesitaba urgentemente una cazuela de barro para hacer un lechazo… jajaja. Los mensajes de los oyentes fueron muchos y muy divertidos, pero nadie me daba la solución. De repente, me llama un amigo que tenía un restaurante y me dice: “Ruty, conozco una tienda donde a lo mejor tienen…” Y efectivamente. Gracias Nacho, porque si esa Navidad no hago el lechazo, me echan de la familia… jajaja

Dicho esto, para hacer la receta búscate una buena cazuela de barro. Es sencilla, y se necesitan muy pocos ingredientes. Y créeme: si la sigues al pie de la letra, será un triunfo culinario…

Lechazo asado, un plato único para saborear la Navidad de la mejor forma posible

Ingredientes:

• 1 lechazo en cuartos

• 500 ml de agua

• 1 cucharada sopera de sal

Para la guarnición:

• 4 patatas grandes

• 1 cebolla grande

• Aceite de oliva

• Sal

Preparación:

En una cazuela de barro ponemos el agua con la sal y sumergimos el lechazo en la cazuela. Asamos con el horno precalentado a 130 grados y “opción sin aire, arriba y abajo” primero 45 minutos por un lado, le damos la vuelta y 45 minutos más por el otro lado. Subimos la temperatura del horno a 160 grados y repetimos la operación, esta vez 30 minutos por cada lado y regándolo al darle la vuelta con el agua de la cazuela. Subimos la temperatura del horno a 200 grados, 15 minutos por cada lado y regándolo al darle la vuelta.

Volvemos a subir la temperatura del horno a 250 grados. Esta vez solo 8/10 minutos en función de tu horno. Este último horneado es para que quede dorado y crujiente por fuera.

Guarnición

Para la guarnición he elegido hacer unas patatas panaderas con cebolla. Cortamos las patatas en rodajas más bien finas y las freímos a fuego suave junto con la cebolla cortada en juliana y una pizca de sal (no mucha que el jugo del asado ya lleva sal). Las escurrimos y las volcamos en la cazuela cuando el lechazo ya esté hecho, para que se empapen del jugo del asado.

Patatas panaderas como acompañamiento

Era mi primera vez y no fue la última porque gustó a todos y de vez en cuando lo hago. Solo es cuestión de controlar los tiempos y las temperaturas y tener paciencia. ¡¡¡Atrévete a hacerlo!!!

Besos de Ruth Medina.

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