Rihanna brilla ante el mundo con un triple cambio de vestuario en la noche que pierde el Premio Oscar

No sabemos si esta vuelta 'al ruedo' de Rihanna va a durar mucho o poco, pero de lo que si estamos seguros es de que nos gustaría que no desapareciera de la escena mediática nunca. Porque ella es capaz de generar esa expectación que está al alcance de la mano de muy pocas estrellas. Anoche, en la gala de los Premios Oscar -y poco más de un mes después de haber barrido con el 'show' en el intermedio de la Super Bowl-, volvió a sucedes. Es cierto que se quedó con la miel en los labios de llevarse esa estatuilla a mejor canción original a la que optaba por el tema principal de la banda sonora de 'Black Panther: Wakanda Forever', 'Lift Me Up' -y que terminó en manos de los tres compositores de la cinta 'RRR'-, pero también loes que, la de esta madrugada, ha sido una de las grandes noches de RiRi.

La de Barbados hacía acto de presencia en la alfombra roja con un vestido de cuero negro y transparencias, firmado por Loewe, dejando al aire esta barriga de embarazada que, durante la Super Bowl, tan solo insinuó que albergaba nueva vida en su interior. Poderosa con ese 'outfit' que remataba en una imponente cola, tan solo era la primera de las sorpresas estilísticas de la noche. Sí, porque ese mismo escenario la veía, minutos más tarde, posar al lado del padre de esa criatura en camimo: A$ap Rock. Con gestos cómplices y de amor, el rapero acompañaba a su mujer delante de los 'flashes', mientras lucía un vestido en color aguamarina, con una especie de estola -tejido similar al de los míticos peluches- y guantes. Por supuesto, de nuevo con esa tripa en la que se está gestando el que será el segundo de sus retoños, al aire. Bien acariciada por su pareja.

Ella misma aprovechaba para compartir una de esas imágenes cargadas de amor y ternura. Claro, que el mensaje principal que quería lanzar al mundo era el de que el maquillaje escogido para rematar el 'look', era de esa línea 'beauty' que ella misma ha levantado y a la que se ha dedicado durante todos estos años -siete- de ausencia sobre los escenarios. Hay que saber venderse, y ella es de esas personas que encuentran el instante preciso para la promoción, en una especie de 'crossover'.

Pero aún quedaba más, porque RiRi tenía una nueva sorpresa, en forma de vestido, para el momento en el que se asomaba al escenario del Dolby Theatre de Los Ángeles. Tenía la oportunidad y la responsabilidad de interpretar, en directo, ese 'Lift Me Up' que le había llevado a la lista de nominados. No solamente lo hizo con maestría, sino que asomó con un espectacular conjunto de pantalón rematado en la parte superior con pedrería. Elegante y, esta vez, con la tripa bien tapada: hay que saber dar las dosis justas a ese público que, después de lo vivido en los Oscar, va a implorarle que no nos castigue con un nuevo retiro musical para dedicarse a sus labores.