El paso que aún no está preparada para dar Rocío Carrasco, más allá de un cara a cara con su hija

Han pasado cuatro meses desde que Rocío Carrasco diera el paso al frente de hablar en ese documental que ha removido los cimientos no solo de su familia, sino también de la televisión. Cuatro meses en los que se ha convertido en una de las mujeres con mayor peso en la esfera de la actualidad. Un tiempo que le ha servido no solo para ofrecer su testimonio, sino también para que le ofrezcan un controvertido puesto de trabajo, ya que esa silla de 'Sálvame' que ahora ocupa, ha sido vista por muchos como la que le quitaron a su exmarido, Antonio David Flores, en el mismo momento en que empezó a abrir la boca ella.

Así las cosas, Rocío se ha mostrado mucho más segura de sí misma delante de las cámaras. Sobre todo, en ese debut como defensora de la audiencia bajo el título de 'Hable con ellas', que es como han decidido nombrar a la sección semanal que le han dado. Alejada de esa imagen más vulnerable al sacar a la luz los demonios a los que ha tenido que enfrentarse en el pasado, Carrasco se plantaba e iba driblando todo lo que se le ponía por delante.

Rocío Carrasco se rompe tras su tensa conversación con Gema López: "A la primera que le duele contarlo es a mí. A nadie le puede doler más que a mí" #HableConElla https://t.co/iJpljr0OQ5

— Telecinco (@telecincoes) July 14, 2021

Sin embargo, aún tiene una debilidad. Un paso que no se atreve a dar. Y no estamos haciendo alusión a ese más que esperado cara a cara con Rocío Flores, su hija, que esta le ha implorado delante de las cámaras en varias ocasiones desde que tomara parte de 'Supervivientes', hace un año largo. No. Eso ya sabemos que, al menos por el momento, ni siquiera se lo plantea. No está preparada y los médicos que se hacen cargo de ella y de su enfermedad ya le han advertido que no está lista para enfrentarse a algo de esas dimensiones.

Ojos que no ven...

A pesar de haber detallado todos los entresijos del calvario que habría pasado al lado del padre de sus hijos, Carrasco no tiene presencia en las redes sociales. No cuenta con perfiles oficiales en ninguna de las plataformas más potentes en la actualidad. ¿Por qué? Esa sería una muy buen pregunta que lanzarle para ver si recoge el guante y nos lo explica. Quizás también sea una recomendación facultativa. Máxima si tenemos en cuenta la cantidad de bilis que se suele verter en esos escenarios virtuales.

Ni en Instagram ni en Twitter ni en Facebook. No hay rastro de cuentas oficiales de una Rocío Carrasco que, por el momento, no estaría interesada en explotar la vía 'influencer' que le reportaría unos ingresos nada desdeñables. Pero, como decimos, la crueldad que se esconde detrás del aninimato de iun 'nick', es algo para lo que no estaría preparada una mujer que ha sufrido mucho a nivel psicológico en los últimos 20 años. Y todos sabemos que, además en su caso, la intensidad del debate que se ha generado con su discurso, podría llevarle a una recaída.

Porque, como dice el refrán, "ojos que no ven, corazón que no siente". Y, en estos momentos, la necesidad no le aprieta tanto como para tener que presenciar lo que se diga de ella en el unvierso virtual.

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