Laura Pausini se merece otros 30 años en la música: así fue el 'show' de "la más loca de todos los cantantes"

Madrid era la segunda de las tres paradas de ese aniversario frenético que tenía como objetivo agradecer a su público el amor que le han dado en su carrera
Laura Pausini durante su actuación en Madrid en el maratón por su 30 aniversario, en The Music Station
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"¿Soy o no soy la más loca de las cantantes?". La pregunta de Laura Pausini a un The Music Station abarrotado era más que lógica. La cantante italiana celebraba sus 30 años en primera línea de la música. 30 años desde que 'La solitudine' le valiera el triunfo en el Festival de Sanremo y sus canciones empezaran a extenderse desde su país natal. Y, para celebrarlo, para intentar devolver un poco de todo ese amor que ha recibido de su público, realizaba un maratón: tres ciudades, tres conciertos, tres décadas. Todo ello, en 24 horas. Nueva York, Madrid y Milán. Aquí, en la capital, era The Music Station, la sala ubicada en la sede de Warner Music, y le correspondía ofrecer nueve canciones de la segunda década de su carrera... más una sorpresa.




'Volveré junto a ti', 'Surrender', 'Escuchar atento', 'Viveme', 'Como si no nos hubiéramos amado', 'Yo canto', 'En cambio no', 'Primavera anticipada' y 'Con la música en la radio' eran los temas de su repertorio, todos ellos lanzados entre 2003 y 2013, con los que alazaba la voz al cielo de un Madrid entregado. Una ciudad que ella misma reconocía era como su casa. Es más, durante uno de los discursos entre tema y tema -por cierto, que Laura canta de un modo que no queremos que jamás se apague su voz, pero podría ser monologuista si quisiera-, confesaba que, cuando está en Italia, sus compatriotas le dicen que en España es mucho más divertida que cuando está allí. El miedo a decepcionar 'en casa', era una de las muchas confesiones que realizaba.

Pausini se movía sobre el escenario con esa garra que se le conoce. Combinando las partes más melódicas de esas composiciones elegidas con otras más enérgicas -llegando a ponerse de rodillas sobre las tablas, en una escenificación de entrega y demostración de cómo lo vive-, y navegando entre el italiano, el español y el inglés. Cosa curiosa esta, como ella misma contaba, ya que, cuando empezó a versionar a otros idiomas sus éxitos, buscó ser lo más fiel al significado original de las letras primigenias. Lo que hizo en esas 24 horas de trabajo, en esa vuelta al mundo en tan solo un día, está solo al alcance de los genios. De los virtuosos de este arte. Ella, sin duda, lo es.




Laura Pausini es verdad. Tanto como para conocer a sus fans casi de manera personal. No fueron pocos a los que reconoció en las primeras filas, dirigiéndose a ellos por sus nombres. O como para tener deslices con el idioma: la sed de camello, que era lo que pretendía expresar por tenerla seca, se convertía en "tengo camelo en la boca"; también para llamar "cuña" a la "cuna" y, al conocer el significado de lo primero, rematar con un "todos terminaremos ahí de alguna manera". Genio y figura.

Una nueva era

Todo lo que se vio y escuchó durante la hora y 10, aproximada, de espectáculo, estaba medido. Las intervenciones, las pausas y hasta lo que tenía que contar sobre el proyecto que se viene. Orgullosa del camino recorrido hasta ahora, hoy mismo, 28 de febrero de 2023, empieza una nueva etapa. Recalcamos: sin renunciar a ese pasado en el que ha recibido un amor inconmensurable. Los logotipos gigantes que le acompañaban sobre las tablas tenían un significado que explicaba: cada uno de ellos, era un reloj de arena para representar el pasado, el presente y el futuro; cada uno, configurado por una L y una P -iniciales de Laura Pausini-; y, ambos, con una mujer corriendo que no es otra que ella... "increíblemente", que era como bromeaba.




Sin prisa, pero sin pausa, ya ha comenzado a dar forma a ese nuevo proyecto que ocupará no solo lo que resta de este año, sino también parte de 2024 -que es cuando, en España, celebramos los 30 años del aterrizaje de su música con 'La soledad' y ese Marco que se marchaba para no volver-. Sabíamos antes de que se subiera el telón y apareciera tras de él que habrá conciertos en Venecia -3- y Sevilla, en la mismísima Plaza de España -2-. Y los presentes en ese teatro salimos del mismo conociendo como un minuto de 'U. B... I...' -bueno, pinta que no es el nombre completo, sino uno de los juegos de Pausini-. Ese es el tema con el que inicia una nueva era que, esperemos, le lleve, al menos, a otros 30 años de música. A seguir agrandando la figura de una mujer que, cuando se sube a un escenario, lo hace para enamorar.

Atentos a sus redes sociales en las próximas dos semanas. Ese es el plazo al que apuntaba asomando por debajo del telón, tirada en el suelo. Porque los sacrificiso y esfuerzos que muchos han hecho por seguirla a lo largo y ancho del mundo, son los que está dispuesta a hacer por un 'fandom' que ha crecido con ella. Y no solo eso, porque ya estamos preparados para continuar a su lado. Corriendo. Andando. Sintiendo. O lo que ella mande. Ayer se vio en esa entrega en las dos partes indispensables para que un 'show' sea redondo... como el suyo.

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