Laura Pausini y Sanremo 1993: así fue la actuación sobre la que edificó la carrera que lleva a sus espaldas
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27 de febrero de 1993. Una tal Laura Pausini se sube al escenario del Festival de Saremo, ese certamen que, en Italia, sirve para determinar quién representará al país en Eurovisión. Lo hace con 'La Solitudine', una canción de desamor que desgarra y que, a la postre, le sirve para ganar en uno de los escenarios más míticos del viejo continente. Ahí empezó a forjarse la leyenda de la música que hoy, este lunes 27 de febrero, cumple 30 años en la primera línea de una industria a la que ha sido capaz de aportar nada menos que 14 álbumes de estudio -en italiano y español-, 2 recopilatorios y 3 más de sus espectáculos en vivo.
Y, como ya sabemos desde hace un par de semanas, Pausini va a aprovechar para, en 24 horas, ofrecer esa voz inconfundible a un reducido número de espectacdores en Nueva York, Madrid -donde estará CADENA 100- y Milán. Tres ciudades importantes para ella que contarán con la presencia de una de las figuras sin las que no entenderíamos la mejor variedad musical. Tres paradas con las que ocnmemorar una cifra redonda en medio de un mundo en el que parece cocinarse todo a fuego mucho más vivo del que se conocía antaño y por el que reconocer algunos de esos 'must' en el repertorio de Laura.
Pero, ¿cómo fue aquella actuación de un tema que cuenta con su versión en castellano ('La Soledad')? Por suerte, YouTube nos puede dar la respuesta. A nosotros y a cuantos pasen por este página. Sobria y con una chaqueta blanca y unos pantalones negros. No necesitó más que ese color vocal que ya es reconocible nada más ofrece la primera de las notas y que se ha convertido es una auténtica leyenda viva. Dale al 'play' y recuerda cómo fueron esos 4 minutos escasos que llevaron a Pausini a levantar la carrera que, hoy, luce con orgullo en sus espaldas.
Primera parada, realizada con éxito
Como decíamos, Nueva York es el punto de partida de esas tres etapas con las que pretende conmemorar tres décadas en un mundo en el que hay que ser muy constante, pero también muy talentoso, para alcanzar cotas siquiera similares. Es en su propio Instagram donde podemos ver un par de imágenes. Una de ellas con un público rendido a una mujer que ha sido capaz de acariciar corazones a lo largo y ancho del mundo con su música. La segunda, al lado de ese equipo junto al que se ha subido al escenario y que va a acompañarle en una de las jornadas más emotivas de lo que lleva vivido en la música.
Por cierto, que poco antes mostraba una imagen de cómo iba a ser recibida en esa primera etapa. Un enorme cartel en el que se la puede ver ataviada con una túnica azul era más que sificiente para representar la sobriedad con la que, aquellos que estuvieron en el recinto hace 30 años, pueden reconocer a la mujer en la que se ha convertido aquella joven Laura. Ahora, solo podemos desearle que, al menos, sean otros 30 más derrochando ese talento innato con el que ha encandilado a millones de personas a lo largo y ancho del mundo. ¿Qué menos que recorrerlo, de manera simbólica, con estas tres paradas?
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