'Ave María': saludo de la virgen en agosto

Rescatamos esa interpretación magistral de la cantante israelí Noa que hizo las delicias del Papa Juan Pablo II en El Vaticano
La cantante israelí Noa en una imagen de archivo

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Mes de agosto en su apogeo. ¡Quién lo pillara! Con sus entresijos. Con sus noches de frescura en otro tiempo que ahora no. Con su frío en el rostro, hace algunos años no tan lejanos -que en este momento no-. Con noches de perseidas fugaces que destellan los restos de la parrilla en la que quedó mártir para toda la Eternidad en el Cielo San Lorenzo. Deliciosa y mansa contemplación en el cielo estrellado.

Ecuador de verano y plenitud del estío que este año no es estío sino azote de olas de calor que se suceden despiadadamente sobre el común de los mortales. Y en medio de ello, encuentros en el pueblo, en la montaña, en el mar. Hecho que parecía que se iba a desmoronar o que no iba a llegar y que, finalmente, se hace realidad después de dos años de incertidumbre pandémica. Ecos de la Virgen de agosto en su Asunción a los Cielos. Como la cantante Noa y su 'Ave María', interpretado ante San Juan Pablo II y que esta semana traemos aquí.



Para conocer a Noa

Noa, de origen israelí, concretamente de Tel Aviv, con muy pocos años emigra con sus padres de buena posición a Nueva York. Hija de ingeniero químico y psicóloga infantil, ella se tira por los acordes musicales que compone ya, incluso, antes de cumplir 10 años. Su inquietud musical le hizo abandonar con 17 años, las artes interpretativas en América y retornar a su lugar de nacimiento. Cantantes de la talla de Leonard Cohen, Paul Simo o Sting han influido en su trayectoria musical.

Pero será en el año 1994, cuando sea invitada al Vaticano por el Papa San Juan Pablo II. La clausura del Año Internacional de la Familia le catapulta a la fama ante más de 100.000 Personas y en la atenta mirada del Pontífice. La letra evoca los peligros en la humanidad que hacen necesaria la Intercesión y presencia de la Virgen en medio del mundo y su encrucijada. Una actuación que superó el medio millón de asistentes en el Jubileo 2000 al que también asistió, sorprendiendo nuevamante al Santo Padre. Tal fue la estela que tuvo que, en 2005, cuando falleció el Papa, Noa fue invitada a interpretar este cántico ante todos los telespectadores de la televisión italiana.

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