Cinco beneficios de masticar despacio y hacerlo más veces

Las prisas no son buenas, pero si hablamos de la hora de comer y nuestro salud, los problemas aún aumentan
Cinco beneficios de masticar despacio y hacerlo más veces

 

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Las prisas no son buenas para nada en la vida y si hablamos del momento de sentarnos a comer, aún son peores. Por el ritmo de vida que llevamos no es tan fácil que se detecten todos los problemas que nos puede generar el comer rápido: ansiedad, estrés, comer más y peor. En definitiva, más perjuicios que beneficios, por no dedicarse un ratito para uno mismo y disfrutar.

Comer despacio y masticar lentamente es más importante para nuestra salud de lo que podemos imaginar y todavía más si queremos perder algunos kilitos de más. Con la llegada de diciembre y muchas citas señaladas entre fiestivos y cenas de empresa, nunca está de mal tener en cuenta estas recomendaciones. 

Masticar más y más veces. La clave principal está en que la sensación de saciedad llega aproximadamente a los 20 minutos después de empezar a comer. Si comemos rápido comeremos mucho más porque nos costará llegar a sentirnos saciado. Pero no solo eso, también hace que seamos propensos a tener más colesterol, gases, cansancio, que aumente la probabilidad de desarrollar diabetes o problemas metabólicos y digestivos.

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Según un estudio de la Asociación de Cardiología estadounidense, ''ingerir alimentos lentamente previene sobre todo el riesgo de padecer obesidad, y además nos expone mucho más a contraer enfermedad como la diabetes, el colesterol, la hipertensión u otras enfermedades cardiovasculares''. A continuación os presentamos 5 razones para comer despacio:

  1. Ayuda a perder peso. Si comemos despacio estaremos ingiriendo menor número de calorías. La principal razón es que así damos tiempo a que la comida llegue a nuestro estómago y por tanto nos saciaremos más pronto.
  2. Evita los gases. Comiendo más rápido estaremos introduciendo más aire a nuestro cuerpo y eso se convierte en los siguientes minutos en gases molestos.
  3. Mejorará nuestra digestión. Aparte de evitar la acumulación de gases, estaremos evitando posibles dolores de estómago provocados por la rápida ingesta. Es importante masticar bien y lentamente lo que comemos para evitar tanto atragantamientos, pero también para prevenir ante la acidez. Se recomienda masticar entre 30 y 40 veces por alimento ingerido.
  4. Eliminaremos más fácilmente las bacterias de los alimentos. Comer y masticar despacio nos ayudará también a eliminar antes de tragar, las bacterias que contengan algunos alimentos. Por el contrario, si comemos rápido, esas bacterias pueden acceder a nuestro organismo provocando más dolores estomacales y otros síntomas derivados como la diarrea. Además también favorece a nuestra salud bucodental.
  5. Nuestro humor mejorará. El estado de ánimo también se ve afectado cuando comemos de una u otra forma. Cuando comemos despacio disfrutamos más de los sabores. Mantener la calma cuando comemos mejorará nuestro carácter y nos provocará mayor felicidad.

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