El mejor sitio de Madrid par disfrutar de una calçotada tradicional

Este mismo fin de semana, Ruth Medina nos ofrecía una de sus recetas en nuestra web. Algo tan tradicional de la gastronomía catalana como es el calçot, en una versión más moderna, ya que nos indicaba cómo hacerlo en 'airfryer'. Pero, si lo tuyo no es meterte en la cocina y prefieres que te lo den hecho, y, además, vives en Madrid o alrededores, te traemos otro plan perfecto para probar una calçotada tradicional. Porque en Collado Villalba, los días 25 y 26 de marzo, se va a celebrar la primera edición del Calsotada Fest. Será el la carpa de la Malvaloca y nace con el espíritu de ser una cita familiar en la que degustar todos los alimentos típicos de una caçotada.

Puede que, si te perdiste esa receta de Ruth, te asalta la duda de qué es exactamente el calçot, puesto que tendemos a tener dudas de si se trata de un puerro. El calçot es el brote de una cebolla blanca y dulce que se cultiva principalmente en Tarragona. Con un cultivo artesanal, se va calzando la cebolla para que los brotes vayan buscando el sol y espigue lo máximo posible. Se queman a la parrilla hasta que la piel está quemada y la cebolla está tierna en su interior. Luego se sirven acompañados de salsa romesco, una salsa hecha a base de tomate, ñoras (un tipo de pimiento seco), almendras, avellanas, ajo, sal y aceite de oliva.

La calçotada es una comida informal en la que se come con las manos y se comparte en una gran mesa con amigos y familiares. Además de los calsots, también se suelen servir otros platos como pan con tomate, embutidos catalanes, carne a la brasa y crema catalana. Normalmente la calsotada se riega con cerveza, vino y cava. La calsotada es una tradición muy arraigada en la cultura popular y que se está extendiendo por toda la geografía española, y es una oportunidad para disfrutar de la comida, la compañía y el aire libre en familia o con amigos. Es un producto con una temporalidad marcada entre finales de octubre y abril.

También, a estas alturas de este texto, puede que te preguntes quién está detrás de este festival que nace con vocación de convertirse en un 'must' de las agendas de los ciudadanos de la zona, además de extenderse por otros puntos de la geografía española. Detrás de su organización está David Suriol, emprendedor y propietario del Restaurante Calsot, y en compañía de Jorge Menéndez -productor ejecutivo y propietario de Impossible Events-, y Vidal Cencerrdo -propietario de Catering Toledo, una compañía con ramificaciones en el sector de la hostelería y el catering-.

Para entender mejor el concepto

Más allá de esta serie de consideraciones para entender qué es y qué se come en una fiesta de estas características, desde la organización también nos indican cuáles son los puntos clave del espíritu de esta celebración:

• Tradición y familia: la calçotada es una celebración que se realiza en grupo, reuniendo a familiares, amigos o vecinos en torno a una mesa para compartir una comida y disfrutar juntos. Es una tradición que ha pasado de generación en generación y que representa una forma de unir a la comunidad.
• Respeto por la naturaleza: los calçots, que son un tipo de cebolla tierna que se asan a la brasa, se cultivan de forma sostenible y respetando el medio ambiente. Se trata de un producto local, exportable por su fácil conservación y de temporada que se disfruta en su mejor momento.
• Comida saludable y sabrosa: la calçotada se compone de diferentes platos, pero el protagonista indiscutible son los calsots, que se acompañan de salsa romesco, carne a la brasa, embutidos, pan con tomate y cerveza, vino o cava. Se trata de una comida saludable y equilibrada, basada en productos frescos y de calidad.
• Generosidad y hospitalidad: en una calsotada, la comida se comparte y se reparte entre todos los comensales, fomentando la generosidad y la hospitalidad. Es una ocasión para disfrutar de la compañía de otros y compartir experiencias y emociones.
• Sonrisa: el calçot es la única cebolla que te hace sonreír. Todas las otras cebollas te hacen llorar.