Carlos Latre y su relato sobre como víctima de la gordofobia: "Cómo era de desagradable verme en la tele"
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Es uno de los rostros más simpáticos de la televisión y, seguramente, el mejor imitador de voces de este país. Sin embargo, no todo ha sido fácil para Carlos Latre. El humorista se ha confesado en el pódcast de Vicky Martín Berrocal, ofreciendo esa cara menos amable a la que ha tenido que hacer frente desde la fama. A esas vicisitudes que se ha encontrado en el camino y los traumas a los que ha mirado de frente como consecuencia de los juicios de valor que han hecho de él.
Y para remontarnos a todo, hay que irse a esa época de 'Crónicas Marcianas' en la que, si bien reconoce que estaba protegido por Xavier Sardá, explica ciertas vicisitudes: "Un gran líder que te dejaba brillar, pero también estaba solo frente a miles de personas y con miles de críticas al día siguiente. He vivido desquiciado por lo que la gente pensara de mí. Y es que la televisión es un mundo muy cruel". El relato aún se ponía más crudo con la confesión posterior: "Yo recuerdo que tenía tantas críticas... Y una de ellas era entera por ser gordo. No hablan de cómo imitaba, estaba basada en mi físico y sobre cómo era de desagradable verme en la tele".
Latre, en un ejercicio de sinceridad y transparencia, da más detalles de ese proceso interior por el que atravesó y del que aún le quedan resquicios: "Tengo muchas inseguridades y mi peor enemigo soy yo. Con mi cuerpo siempre he tenido una lucha y me hago de menos. Yo voy a terapia desde hace mucho tiempo porque la he necesitado y la recomiendo. Tú imagínate, con mil pensamientos dentro, con no saber quién soy, estando a dos kilos de que Green Peace me considere especie protegida, o que Google Earth me considere rotonda. Ósea que siempre ha sido una lucha constante conmigo mismo".
Las dos veces que cayó en la ruina
Además de todas estas percepciones sobre su físico, de la gordofobia, el humorista también se adentraba en esos problemas económicos que le han llevado, hasta en dos ocasiones, a la más absoluta de las bancarrotas. "Me arruiné económicamente dos veces por malas gestiones y decisiones. La primera cuando cambié 'Crónicas Marcianas' por Cuatro y allí me plantean una 'sitcom'. Avancé todo el dinero por esas tres temporadas, pero al quinto programa la serie estaba fuera de emisión, y yo ya había pagado por el vestuario, equipos, todo. Llegué a casa y dije: '¡No tengo ni para pagar la hipoteca'. Estaba en la mierda y sin saber qué hacer", profundizaba en esa situación que le llevó a dar un giro, por completo, a su vida profesional.
"No podía depender solo de la televisión y cambié todo de mi vida: mis decisiones, mi dinámica, el teatro, mi mánager... Y comencé a verme como un producto, una marca para poder venderme y saber cómo quería estar dentro de un tiempo", abrió los ojos y, como se ha podido comprobar con el paso de los años, dio en el clavo.
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