La verdad detrás del 'post' de Sara Carbonero en el hospital y quién es quien preocupa a la presentadora

Tal y como han informado varios medios, sería su madre, Goyi Arévalo, y no ella quien se encuentra en el mismo centro médico en el que fue operada
Sara Carbonero y el verdadero motivo de su estancia en el hospital: ¿qué le pasa a su madre?
Instagram

Tiempo de lectura: 3’

Ha pasado una semana desde que un 'post' de Sara Carbonero en su perfil de Instagram hiciera saltar de nuevo todas las alarmas. Las palabras que dejaban en un extenso y cuidado texto con el que demostraba la buena pluma que tiene su mano, mo dejaban lugar a dudas de que se encontraba en el mismo centro hospitalario donde, hace casi cinco años, era intervenida de un tumor ovárico. Un tiempo a lo largo del que se le ha conocido alguna recaída, pero, sobre todo, un espíritu optimista que le permitía recueprar su vida con normalidad. Por eso, que hiciera referencia a los mismos pasillos y habitaciones, preocupaba a esos seguidores que someten cada uno de sus movimientos al escrutinio de la lupa.



Pero no, Sara carbonero no es la paciente en este caso. Porque, a pesar de que en un primer momento todos pensáramos que era ella quien necesitaba, una vez más, atención sanitaria, hubo quien cayó en la cuenta de que podría ser la acompañante... como así parece que está siendo. Esta semana, varios medios de la crónica social han apuntado a la madre de la presentadora, Goyi Arévalo, como la mujer que está precisando de las manos de los médicos para remontar un bache de salud. Entre ellos, 'Jaleos', de 'El Español'. Es ahí donde podemos leer que, tal y como han podido saber, es la matriarca quien no se encuentra bien.

También ahondan en el hecho de que, igual que ella hizo en su día, ahora es Sara quien no se separa de su lado. Ni ella ni su otra hija, Irene. Ambas se han organizado para estar al lado de Goyi en estos momentos en los que necesita, más que nunca, el calor, el cariño y el arropo de sus dos hijas. Por el momento no ha trascendido cuál es la dolencia que ha llevado a Goyi Arévalo a estar en esta situación que todo apunta a que le va a hacer pasar una Semana Santa muy diferente a la del año pasado, cuando buena parte de la familia se reunió en Corral de Almaguer, el pueblo familiar.

Un reflexión sobre mala orientación

En estos días, Carbonero está utilizando la ventana al mundo que suponen las redes sociales para hacer reflexiones y demostrarnos lo bien que se le da escribir. Sin ir más lejos, a comienzos de esta semana, dejaba un texto en el que reconocía su mala orientación y que acompañaba a un carrete de imágenes de una escapada a la que llegó por casualidad en medio de estas atenciones que merece la mujer que le dio la vida.

"Ayer, mi mala orientación (conocida por todos los míos), me hizo despistarme de la pandilla de padres y madres maravillosos que he conocido gracias al mundo fútbol/torneos de los peques y aparecer sola en una playa preciosa de Xilxes. Y cuando digo sola, es que conté cuatro personas en total. Lo primero que me llamó la atención fue que con la neblina era prácticamente imperceptible dónde acababa el mar y dónde empezaba el cielo. Después, la pasarela panorámica de madera que atravesé para contemplar las vistas desde allí", comienzan esas líneas rescatadas de su Instagram.

"Ya la en orilla, mereció mucho la pena meter los pies en el agua pese al frío y caminar sobre las piedras, buen ejercicio para la circulación pero peligroso si el equilibrio tampoco es tu punto fuerte. Sobre esas mismas piedras me senté solamente a contemplar y a respirar. También considero un tiempo bien invertido el de los malabarismos para colocar el móvil, apoyado en una de las botas que me había quitado con el temporizador para tener alguna prueba gráfica. Como estaba a punto de anochecer y la luna asomaba alargué un ratito más mi 'retiro' para contemplar la 'mangata' o reflejo, similar al camino que deja la luna en el agua", añade.

Y recurre a una célebre escritora nacional para cerrar el texto: "Justo antes de coger el coche para volver de nuevo al camping donde nos esperaba una barbacoa y despedirme del Mediterráneo por un tiempo, me vinieron a la mente estas líneas de mi querida Elvira Sastre: 'No me siento perdida. Es solo que no sé dónde termina el mar que llevo dentro y a veces me ahogo'".

Relacionados

CADENA 100