María Castro y la preocupación por sus hijas tras leer un estudio: "Esa ansiedad que experimentan..."

La actriz explica cómo hacer frente a las inseguridades que se generan siendo niñas y que afloran en etapas posteriores de la vida
María Castro muestra su barriguita en su octavo mes de embarazo
Instagram @maria_castro_jato

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María Castro se encuentra en la recta final de su embarazo. Le quedan muy pocas semanas para dar a luz a la que será su tercera hija y, si bien ha dejado a un lado su trabajo de manera temporal, lo que continúa es mostrando en sus redes sociales contenido sobre cocina o maternidad. La actriz ha compartido en su cuenta de Instagram este fin de semana una reflexión muy valiosa e importante sobre cómo la diferencia de trato o de uso del lenguaje con los más pequeños de la casa según sean niños o niñas, puede afectarles a medida que cumplan años en el desarrollo de ciertas capacidades. Como, por ejemplo, la creatividad.

"Quería compartir un estudio que ha llegado a mis manos, que me ha dejado sorprendida. Y es que tres de cada cinco niñas, entenderéis que esto nos preocupa, porque vamos camino de la tercera, sienten una presión enorme por ser perfectas", comienza la gallega, señalando esa barriga que está a punto de someterse a una cesárea. "Perfectas en todo: en el colegio, en los modales e, incluso, en la belleza. Y precisamente esa ansiedad que experimentan por intentar ser perfectas, lo que provoca al final es capar su vena creativa y que no expongan sus ideas", ejemplifica, para que se pueda comprender mucho mejor su discurso.

¿Cómo cambiar estas inseguridades en nuestras hijas?

"Pero claro, de pequeñas, sí se seinten seguras, y de mayores ya no. entonces, ¿cómo podemos cambiar?", es la pregunta que lanza al aire y que ella misma recoge para dar respuesta: "Pues en este estudio se habla mucho del lenguaje limitante. Pues el hecho de dirigirnos a los niños como 'mira que eres intrépido' y a las niñas mucho más como 'qué niña más educada, qué niña más buena'. Y otra cosa es ayudarles antes de que te pidan ayuda. Que valga la redundancia, no ayuda nada".

Es entonces cuando parece dar en la tecla de lo que podría ser una solución: "Y aquí quiero romper una lanza en favor del juego cretivo, para desarollar, así, su confianza creativa. Celebrando que los contratiempos no son fracasos. Fomentando la tolerancia a la frustración y sin miedo al error. Importante que nos vean hacer cosas que no nos salen al cien por cien, en los cuales ellas pueden ser también nuestros referentes. Valorar siempre el progreso y no la perfección".

María remata con una tesis muy valiosa sobre lo que debería quedársenos grabado en la cabeza de todo este asunto: "Y es que, en definitiva, lo que se busca es fomentar la mentalidad de crecimiento. Y ojalá a así consigamos que las niñas jueguen de forma imparable, sin miedo y sin fin. Porque así y solo así somos más que perfectas".




Los miedos ante la tercera cesárea

Días antes, Castro lo que había manifestado eran los miedos que le asaltaban ante los riesgos que, como es su caso, encierra llevar a cabo una tercera cesárea. "He tenido revisión hoy con anestiología para que me cuente recomendaciones. Es mejor no leer los papeles de la anestesia. O sea, es mejor no leerlos. Bueno, hay que ser optimista. Sí me han dicho que la tercera cesárea tiene sus cosillas. Así que, tendrán preparada sangre", comenzaba, añadiendo: "Porque, a veces, dice, según me sacan a la bebé el útero tiene que contraerse y retraerse y volverse a su posición normal. Pero, a veces, eso no ocurre y entonces tienen bolsas de tranfusión por si acaso".

¿La parte positiva? En su cabeza sucedo todo rodado: "Pero que a mí no me va a pasar. Que me van a dar a la bebé. Que le voy a dar muchísimos besos. Que todo se va a contraer y se va a voler todo a su sitio. Me voy a la habitación, van a venir sus hermanitas a verla, y así lo he soñado yo. Y así será".





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