Las duras secuelas de Sol Macaluso después de 67 días cubriendo la guerra de Ucrania: "Mi cerebro sigue..."

La reportera ha querido compartir los daños psicológicos que arrastra depués de haber estado en primera línea informando del conflicto
Sol Macaluso relata cómo ha pasado factura a su cabeza la guerra de Ucrania
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Su emotivo gesto con la hija del guía que les acompañaba a ella y su cámara en Ucrania, pidiéndoles que la sacaran del país y le echaran una mano, pusieron a Sol Macaluso en el centro de la actualidad mediática. La reportera se convirtió en noticia y, desde hace un par de meses, se ha convertido en uno más de los muchos nombres que podemos leer en los titulares. Después de dos meses informándonos desde la primera línea del conflucto, escribió en ese blog que le dio Telecinco para aprovechar su popularidad que no podía más. Que su cuerpo le pedía regresar a España, a pesar de que era una de esas experiencias que había deseado. Consciente de la mella que estaba haciendo en su cuerpo la dureza de la guerra, volvía a casa.

Ahora, Sol ha querido compartir con sus seguidores esas secuelas que le han dejado esos dos meses largos en el país que continúa defendiéndose de la invasión de Rusia. "Hoy tuve psicóloga (la misma con la que hago terapia por propia voluntad desde hace 7 años) y me confirmó que tengo estrés post-traumático. 67 días de cobertura pasaron factura, mi cerebro sigue en estado de alerta y esta primera semana en Madrid he conseguido dormir poco y nada", comienza explicando en un hilo de tuits en el que continúa: "No me alarma ni me asusta. Pero me hace reflexionar a cómo nuestro cuerpo se pone en estado de alerta y rinde al máximo en situaciones de estrés. Hice lo que tenía que hacer mientras mi cuerpo me lo permitió, y estoy muy agradecida con ello".



Esperanzada, explica que ha de ser cuestión de tiempo que todo vuelva a la normalidad: "Poco a poco mi cerebro irá entendiendo que ya puede relajarse. Que no hay bombas ni sirenas antiaéreas que nos puedan despertar. Cada uno tiene sus propios 'frentes de batalla' y su propia guerra que se pone en juego al vivir el miedo en carne propia". E insta a sus 'followers' a que se conecten a una charla que va a tener con su terapeuta para explicar esto que está padeciendo y que tendrá lugar en su cuenta de Instagram: "Hablaremos de todo esto y más con ella en un Instagram Live porque me parece súper interesante su perspectiva con cómo (en mi caso) ha funcionado mi cuerpo y mi cerebro para poder seguir adelante con el trabajo".



Una manera de concienciar

En un momento en el que estamos tratando de abrir puertas y mostrar con normalidad las enfermedades del alma, ella quiere poner su granito de arena: "Es importante hablar de salud mental, siempre lo dije y siempre lo diré. Es muy importante aprender a escucharnos, nadie nos conoce como nosotros mismos. Y si en el camino damos con profesionales que nos acompañan y guían aún mucho mejor. Gracias Freud por el psicoanálisis". Y se sincera sobre otro episodio en el que también tuvo una especie de 'click' en su cabeza: "Y también este momento me retrotrae a otra situación crítica en mi vida: en el 2014 luego de que mi padre superara milagrosamente un coma de 4 meses me llegó el estrés a mi cuando mi cuerpo y mente pudieron relajarse. Estuve ingresada en el hospital una semana".



"Qué increíbles son la mente y el cuerpo humano, ¿eh?. Siempre a nuestra disposición cuando los necesitamos al máximo. En el 2013 pude estar cuando mi padre y mi familia me necesitaban. En este 2022 pude estar cuando la información lo requería. Seguiremos con fuerza y salud siempre", prosigue antes de lanzar una especie de moralejaa la que deberíamos prestar especial atención: "Aprendan a cuidarse, escuchense y hagan terapia si sienten que les vendría bien ver su vida desde un drone (como digo yo). Ah y si pueden también mediten, para eso, les dejo un reto de meditación que escribí el año pasado".





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