El giro radical de vida de Sabrina Mahi: la ganadora de 'Gran Hermano' que trabaja como bioquímica
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Era 2001 cuando Sabrina Mahi salía como vencedora de la casa de 'Gran Hermano'. Las puertas de la vivienda más célebre de Guadalix de la Sierra se abrían con ella pasando de ser una completa desconocida a una mujer con la posibilidad por delante de hacer carrera en televisión. De hecho, uno de sus compañeros era ese Kiko Hernández que hoy es una de las estrellas de Mediaset, ofreciendo algunas de las exclusivas más jugosas del mundo del panorama 'celebrity' nacional. Pero ella escogió un camino menos deslumbrante ante los focos, pero con una importancia capital para nuestra sociedad.
Y eso que la relación que comenzó dentro del 'reality' con Ángel Tous, hermano del actor Alejandro Tous, acaparó la atención de la prensa una vez salieron del concurso. De hecho, se casaron y juntos formaron una familia que se truncó en 2010. Años más tarde, en 2014, ella misma se encargó de revelarlo en una de las poquísimas entrevistas que ha concedido después de regresar a un anonimato en el que se encuentra muy a gusto. "Nuestros caminos eran muy distintos. No ha habido terceras personas", fue la escueta explicación que dio al punto y final del romance que les duró casi una década.
Pero como decimos, y más allá de cómo se encontrara o se encuentre su corazón, sus pasos se han desvinculado por completo de la pequeña pantalla. De hecho, ese regreso a la soltería marcó un punto de inflexión muy importante para ella y, en 2015, obtenía el título de Técnico Superior en Química ambiental y Ciencias Medioambientales. Desde entonces, centró todos sus esfuerzos en el terreno de la bioquímica y, a su labor como técnico de calidad en una fábrica, sumó el proyecto de lanzarse al mundo empresarial con su propia línea de perfumería.
Una vida discreta
En sus redes sociales, tampoco hay grandes detalles sobre su vida. Ante sus poco menos de 10.000 'followers' -una cifra muy discreta para alguien que ha estado bajo el escrutinio del telespectador-, son muy pocas las publicaciones que ofrece. Sabrina, que se estrenó en septiembre de 2016 con un 'selfie', apenas ha compartido en estos cinco años medio centenar de imágenes con sus correspondientes textos ilustrativos. Una media de poco más de 10 fotos por año que, si tenemos en cuenta el ritmo vertiginoso al que se mueven en esa plataforma los 'influencers', deja ver que ese universo paralelo le interesa entre poco y nada.
De hecho, son poquísimas las fotos en las que la podemos ver. Suele ceder el protagonismo a otro tipo de elementos o de curiosidades que se encuentra por la red y que encuentra interesante compartir. Una manera muy diferente de manejar los códigos digitales que indican que ella prefiere tratar de pescar en otros caladeros. Y, por el momento y dado que no ha intentado ningún movimiento que demuestre lo contrario, está más que satisfecha con esa vida humilde que lleva. Lo que no significa que no se alegre de haber experimentado lo que es formar parte del selecto grupo de quienes han participado en 'Gran Hermano'.
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