Anabel Pantoja no dice la verdad: el motivo real por el que ha desterrado a su padre de la lista de invitados
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A pesar de que Anabel Pantoja se ha afanado en defender que la relación con su padre, Bernardo Pantoja, es de lo más normal, lo cierto es que en 'Sálvame' se han encargado en más de una ocasión en demostrar lo contrario. Es más, el hecho de que no vaya a estar presente en su boda con Omar Sánchez, que tendrá lugar la primera semana de octubre, ha encendido las sospechas que tirarían por tierra esa presunta relación idílica. Porque, a pesar de que ella ha sostenido que es el sitio donde va a celebrarse y el hecho de que su padre tenga una minusvalía que le impide acceder al recinto, hay quienes ya han alzado la voz contra ella para demostrar que no está diciendo la verdad.
En primer lugar, y la pregunta lógica que puede hacerse cualquiera con dos dedos de frente, es la de que por qué no ha escogido otro lugar con un acceso adecuado para las limitaciones físicas de Bernardo -no olvidemos que se desplaza en silla de ruedas puesto que le tuvieron que amputar el pie derecho hace un tiempo-. Si sus deseos hubiesen pasado por su presencia innegociable, hubiese sido lo normal. Pero partiendo de la base de que eso no es así ni va a serlo, hay otro detalle que no se le ha escapado al diario 'ABC'.
¿De qué parte está?: las evidencias notorias
Nos referimos a ese escenario en el que Bernardo y su hermana Isabel Pantoja, por quien bebe los vientos Anabel, no mantienen una relación fluida. Es más, se podría decir que entre ellos hay poco más que la coincidencia del apellido desde hace mucho tiempo. Si tenemos en cuenta que Anabel se ha puesto del lado de su tía cada vez que ha habido una guerra familiar, no es extrañar pensar que esta haya podido tener una influencia directa en la ausencia más sonada de las que ya se conocen en esa lista de invitados para un enlace que se celebrará en una playa de La Graciosa -si los ecologistas no parar el evento, que ya se han alzado en armas contra ella-, en esas Islas Canarias que ya considera su casa.
Además, hay otro factor determinante que nos hace ver que nunca pensó en su padre a la hora de organizar el que ha de ser el día más importante de su vida. Siempre sostuvo -hasta que se desató la guerra pública entre ellos cuando Kiko Rivera se hartó de sus comentarios tibios sobre la guerra de Cantora- que quería que fuese su primo quien la llevara del brazo hasta el altar. Una declaración de intenciones en toda regla que deja claro que, en ningún momento, pensó en darle un papel, aunque fuera sencundario, a su padre en esa cita.
Cordon Press.
A todo esto se suma que, desde hace muchos años, tiene las puertas de Cantora -donde, por cierto, reside su madre, doña Ana- cerradas a cal y canto. O que son muchas las Navidades ya que no cuenta con nadie de su familia a la mesa: de hecho, era habitual que se sumara como comensal en casa de Chiquetete y Carmen Gahona cuando él aún vívía.
De este modo, la gran mentira de Anabel queda al descubierto. O, al menos, que no está diciendo la verdad del todo sobre la razón real por la que su propio padre no estará en una de las bodas más esperadas del año -aunque solo sea porque debía haberse celebrado en junio de 2020, pero la pandemia pospuso los planes de la pareja-.
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