¿Sabes cuál es el invento español que está en las casas de medio mundo?

Hoy seguimos hablando de objetos que usamos cotidianamente y que tienen una interesante historia detrás. Hasta hace no mucho, en España la única manera de fregar el suelo era de rodillas. Se ponía agua en un cubo, un chorro de lejía, una bayeta y después a frotar fuerte para quietar la suciedad.

Esta práctica era muy perjudicial para la salud de todos los que tenían que fregar, sobre todo si eso formaba parte de su trabajo habitual. Salían ampollas en las rodillas y además, con los años, muchas mujeres sufrían una deformación de la columna (en aquella época, los años 50, era un trabajo fundamentalmente femenino). Todo esto terminaría con la aparición de: ¡la fregona!

Origen militar

Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, España firma varios pactos con EEUU. En uno de ellos adquirió los primeros aviones a reacción del Ejército del Aire, se trataba de cazas F-86 "Sabre". Una delegación de militares españoles viajó a Illinois para familiarizarse con su funcionamiento, uno de ello era nuestro protagonista: un oficial e ingeniero aeronaútico de nombre Manuel Jalón.

En ese viaje vió que los operarios limpiaban el suelo de los hangares en la base aérea de Chanute con un artilugio formado por un palo de madera que llevaba unidas en su extremo unas tiras de algodón, a eso se le unía un cubo compuesto por dos rodillos para escurrir el agua de las tiras. Según cuenta el diario ABC en un artículo, la forma de utilización era muy sencilla: las tiras de algodón se humedecían en el agua del cubo, se presionaba una palanca y los rodillos se cerraban, atrapando las tiras de algodón para poder escurrirlas.

El origen de la idea

Según el abogado Carlos Rivadulla Oliva en su obra «Historia inventiva de España: la fregona», fue mientras tomaba algo con un amigo cuando surgió la idea. Ambos hablaban de la posibilidad de crear piezas para aviones cuando su compañero señaló a una mujer que fregaba de rodillas y dijo: «Mira, Jalón, no te compliques la vida fabricando nada para el Ejercito; podrás tener muchos problemas y además un solo cliente. Fabrica algo para que las mujeres frieguen de pie. Venderás muchos». Fue entonces cuando Jalón recordó el artilugio americano, el siguiente paso sería mejorarlo.

En 1957 este oficial del Ejército del Aire patentó varios modelos de cubo, el que más éxito tuvo fue el «DOMÉSTICO» (similar al que había visto en Estados Unidos aunque con varias mejoras).

Poco éxito inicial

Por extraño que parezca, al principio no tuvo un gran éxito porque las mujeres estaban tan acostumbradas a fregar de rodillas que no se hacían al nuevo invento (hay que recordar que estamos hablando de la España de los años 50 y 60, en los que el papel de la mujer era muy diferente al de hoy en día y ellas eran fundamentalmente las que realizaban este tipo de trabajo), así que iniciaron una campaña de marketing del producto.

Crearon una empresa, "Manufacturas Rodex" y empezaron una campaña con comerciales que visitaban los comercios y hacían demostraciones de su uso. También hicieron octavillas, o pasearon una escoba gigante en el techo de un coche que cerraba las carreras de bicicletas a modo de coche escoba. Por último llegaron los anuncios en prensa y, cuando consiguieron un poco de dinero, en la TV.

El verdadero invento español

Lejos de conformarse con el diseño inicial, Jalón siguió trabajando para mejorar el producto. En los años 60 el plástico hacía su aparción en España y pensó en utilizarlos para fabricar un cubo más ligero y que sustituyese al de metal. Por otro lado, estaba buscando un sistema para cambiar los rodillos escurridores. El 2 de abril de 1964 presentó la patente de la fregona tal y como la conocemos hoy en día: con un escurridor de una sola pieza de plástico y el cubo también de ese material.

A partir de ahí la fregona se popularizó hasta el punto que a día de hoy se han vendido hasta la fecha más de sesenta millones de unidades y se ha exportado a más de una treintena de países.

Por cierto, al principio se llamó "aparato lavasuelos" y fue uno de los socios de Jalón el que le puso el nombre "fregona", que en 1974 fue aceptado por la Real Academia de la Lengua.