Viajar conlleva múltiples beneficios para la salud

Sin duda, los viajes son experiencias que marcan de por vida y que nos permiten conectar con nosotros mismos y con nuestras emociones. De hecho, debemos tener en cuenta que el viaje comienza mucho antes de lo que solemos pensar. Planear los sitios que vamos a visitar, comprar los billetes, buscar hoteles y definir un itinerario mejora el estado de ánimo, que terminará por completarse después. 

Diversos estudios demuestran que visitar cualquier destino reduce el estrés independientemente de si se trata de una escapada rápida o no ya que el simple hecho de abandonar por unos días nuestra rutina y el ritmo de la gran ciudad provoca que sintamos placer en nuevos escenarios. Las personas que se toman mayores períodos de vacaciones tienen mejor calidad de vida y están más satisfechas con su día a día. 

Además, es capaz de fortalecer la autoestima. Durante un viaje pueden presentarse diversas situaciones en las que tenemos que enfrentarnos a algún que otro desafío. Buscar las soluciones necesarias para resolverlos hace que nuestras inquietudes aumenten y que la confianza en nosotros mismos se refuerce. 

Según la Sociedad Española de Neurología, viajar cumple con los tres requisitos necesarios para estimular el cerebro gracias a la variedad, el desafío y el enfrentamiento a la novedad. La necesidad de comunicarse con los locales en un idioma distinto al nuestro y el descubrimiento de nuevas sensaciones, personas y paisajes hace que creemos un mapa mental, gracias al cual somos más creativos. 

Del mismo modo, las estadísticas señalan que los viajeros tienen un 21% menos de probabilidades de sufrir un infarto de miocardio y a la larga podría incluso alargar la vida. 

¿Te has ido de viaje recientemente? Si es así, seguro que puedes confirmar que te sientes más feliz y que las experiencias y los recuerdos creados a partir de ellas superan con creces a cualquier cosa material que comprases allí.