Los detalles de la segunda boda de Jennifer López y Ben Affleck tras las informaciones de 'separación'
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Parece que la pareja formada por la cantante y el actor ha cogido el gusto a esto de formalizar su matrimonio tras esa boda secreta que tuvo lugar hace un mes en Las Vegas, algo que inicialmente podía parecer un arrebato de pronto se convirtió en la consagración de una historia de amor que estuvo muchos años en un pause constante hasta que tiempo después Jennifer López y Benn Affleck se volvieron a reencontrar.
Lejos de lo que dice el dicho, las segundas partes a veces sí que son buenas, y sino que se lo digan a su historia de amor que tras veinte años de parón ha tenido la suerte de celebrar no una, sino dos bodas. Este sábado ha tenido lugar el enlace delante de un centenar de invitados del mundo ‘celebritie’ y sus hijos que pudieron presenciar esta oda al amor, a tan solo un mes de lo acontecido en el Estado de Nevada, que lejos de las especulaciones posteriores de ruptura, han demostrado que este enlace no era un capricho baladí y que acabarían por hacer esta celebración de una forma más tradicional ante sus familiares y amigos de un modo muy formal y serio.
La boda se ha celebrado en Georgia en la finca de Benn Affleck
En Savannah, en el estado de Georgia ha tenido lugar el segundo matrimonio de la pareja, en un complejo Hampton Island, propiedad de 35 hectáreas que posee en actor y cuyo entorno idílico de riachuelos y cascadas- con embarcadero, casa colonial y río Conasauga incluido- han hecho de esta particular finca el lugar perfecto para que en estos 560 metros cuadrados pudieran reunirse todas sus amistades para verlos darse el ‘sí quiero’ en el embarcadero tras recorrer juntos y del brazo en el camino del muelle que los llevaría al altar. Este camino también lo recorrieron los hijos de la pareja, ambos fruto de sus anteriores matrimonios: los mellizos Max y Emme de 14 años de edad fruto del matrimonio de Jennifer con Marc Anthony así como los hijos de Benn con Jennifer Garner: Violet de 16 años, Seraphina, de 13, y Samuel, de 10.
Un vestido de príncesa para una diva
La cantante llegó espectacular a su boda, con un vestido de corte sirena de Ralph Lauren con una imponente cola de dos metros de longitud que se fundía con un largo velo que caía en cascada desde la cabeza de la intérprete de ‘Ain’t your mama’, el vestido destilaba sobriedad y no podía sentar mejor al curvilíneo cuerpo de JLo, al que habitualmente todo le sienta bien. El actor por su parte vestía un clásico traje de chaqueta negro y blanco adornado con una pajarita de lo más simpática.
El color blanco, el ' dress code' de la boda
Pese a todos los intentos de la pareja porque no se filtre ninguna imagen del enlace, no surtió efecto, pues se vieron frustrados pues las redes amanecían con multitud de instantáneas sobre la vestimenta de sus hijos, a los cuales se les pudo ver ataviados igual de formales que sus padres, pero todos de color blanco, un séquito pulcro que no resto en absoluto protagonismo a la novia. Y es que por lo visto este era el 'dress code' de la fiesta, contrario a lo comúnmente establecido de no poder vestir de este color por no hacerle un feo a la novia, que en este caso fue el tono elegido por la pareja para la vestimenta de sus hijos e invitados.
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