Kiko Rivera un año después de la ruptura con su madre: así es su vida y sus puntos de apoyo hoy
Tiempo de lectura: 3’
Un año entero ha pasado desde que Kiko Rivera abriera la puerta de esa habitación prohibida situada en Cantora y se diera cuenta de que su madre le había estado engañando durante más de 30 años. Aquel 2 de agosto de 2020, durante la celebración familiar del cumpleaños de Isabel Pantoja, su hijo vio con sus propios ojos esos objetos personales de su padre, Paquirri, que la tonadillera les había negado tener -aludiendo a un misterioso robo en su domicilio- a Francisco y Cayetano Rivera, hijos del fallecido torero y Carmina Ordóñez. Desde entonces, y más allá de las intervenciones televisivas en las que mostró la documentación pertinente contra su madre, ha sido capaz incluso de llevarla ante la Justicia para exigirle lo que le pertenece.
Por el camino, Kiko se ha dado cuenta de los apoyos con los que cuenta. También de quién ha decidido darle la espalda. O eso considera él en ciertos casos. Por ejemplo, con su prima Anabel Pantoja, con quien ha roto también la relación y le ha dedicado palabras muy gruesas. Tanto en las redes sociales como en aquella reciente entrevista en 'La Resistencia', ante David Broncano, en la que con mucho sarcasmo dijo que se había quitado un enorme peso de encima al dejar de hablarse con ella. Algo que no creemos que vaya a mejorar después del detalle que ha tenido la joven con su tía Isabel en este cumpleaños, con un mensaje en sus 'stories' de Instagram con el que se ha posicionado públicamente en este lío familiar por primera vez.
Así las cosas, y más allá de esos colaboradores que han bregado a su favor ante las cámaras -por supuesto, con Rafa Mora a la cabeza, que ha hecho llorar más de una tarde a Anabel-, el 'DJ' se ha refugiado en el amor de su familia para realizar esta complicada travesía. Por supuesto, sus hijas han sido el mayor de los motivos que ha encontrado cada día al levantarse para no tirar la toalla y seguir confiando en la belleza de la familia. Y mención aparte merece su mujer, Irene Rosales, que en algunos momentos se ha situado en medio de un desagradable fuego cruzado.
La sevillana ha lidiado con este tema desde 'Viva la vida' durante muchos -y largos- meses. Una silla que hace un par de semanas abandonaba desbordada por un torrente de sentimientos y emociones. Y eso que el propio Kiko entró por teléfono en directo durante el último de los bajones de su esposa para animarla a que continuara como colaboradora del espacio de Telecinco alegando que era un lugar donde la valoraban y le daban el espacio que se merecía. Ni siquiera esa declaración de amor rotunda, en la que aprovechó para agradecerle el apoyo en este año tan duro, fue suficiente para que siguiera adelante.
Lo que ha hecho en este día tan señalado
Así las cosas y con la resaca en los medios de esa celebración íntima que hemos conocido gracias a Anabel, Kiko Rivera tenía planes mejores para este 2 de agosto que felicitar a su madre. Al menos, públicamente, que lo que haya hecho en privado a estas horas aún no ha trascendido... Porque el artista, que ya trabaja en su nueva música, tenía cita médica para ponerse la segunda dosis de la vacuna contra la Covid-19. "Vacunati con tomati. Vamos a ver qué tal sienta la segunda dosis. Esta semana vienen cosas muy importantes ...ya os cuento", se podía leer junto a una imagen en la que aparece con la correspondiente tirita en su brazo.
También te puede interesar...
