Así explica Conchita el significado de 'La bola de nieve', disco ya disponible y escrito "desde la superación"

Ya está aquí. Después de muchos mes de espera, los amantes de la música de Conchita estamos de enhorabuena. 'La bola de nieve' ya es una realidad de esas que se pueden escuchar de principio a fin. 10 canciones en las que la cantante escribe y canta desde "la superación". Era ella misma quien se lo contaba hace unos días a Antonio Hueso en el estudio de CADENA 100. Una charla en la que explicaba el porqué del título que lleva este séptimo disco -para ella, el 7 ha sido el número al que ha fiado toda su suerte-.

"No habla de la nieve el disco", comenzaba con un poco de sentido del humor antes de entrar en materia de lo que se esconde dentrás de esas palabras: "Pero sí que creo que hay cosas en la vida que te pasan y se van haciendo más y más grande, poco a poco, y no te das cuenta. Cuando lo tienes en la cara dices: 'Cómo me ha pasado esto y no me he dado cuenta, si lo he visto venir...'. Que puede ser malo o bueno. A veces pasa al revés: que estás en medio de una vorágine gigante, de un momento feo que no sabes cómo gestionarlo y, poco a poco, con el tiempo que siempre hace su trabajo y la lucha y el esfuerzo de cada día, la bola se va haciendo más pequeña. Y un día dices: 'Es un granito de arena y puedo con ello'".

Un 'trakclist', todo él, que nace desde esa sinceridad que le ha acompañado en todo lo que ha hecho. "Siempre he sido muy sincera con lo que me pasa", decía muy rotunda ante Hueso para continuar: "Mis dos primeros discos eran amor y desamor, porque estaba en plena vorágine de gestionar muchas cosas. He ido contando lo que me pasa y me he propuesto seguir haciéndolo a medida que me voy haciendo mayor. Hablo de lo que me pasa o de cosas que me han pasado y lo cuento desde la superación".

"Este disco es desde ahí desde donde escribo, desde la superación. Por eso en la portada salgo en una ventana luminosa, que es la ventana de mi casa y me hace mucha ilusión. Desde que ya estás fuera, como 'Por las veces', que es mi yo del pasado de una racha fea que yo pasé y me digo: 'Oye, que va a estar bien. Que unos pasos más allá ha salido el sol y lo has hecho tu sola. Relaja, que tu sueño está hecho a tu medida'. Que me hubiera encantado que me lo dijeran", era esa pincelada con la que dejaba ver muchas pistas del momento en medio del que se encuentra en su camino personal.

Desde la ventana de su casa

En cuanto a la portada, ha contado con un fijo ya en su proceso creativo: "Carlos Arocha ha sido el culpable de esta portada. Llevo trabajando con él tres o cuatro discos y es un tipo súper elegante. Me escucha mucho lo que tengo en la cabeza y, a veces, me entiende mejor que yo, que tengo unos cacaos. Era como 'quiero mucho color, que sea muy luminoso'". A pesar de que, con esa premisa de partida, pudiera parecer fácil... no lo fue. "Lo que pasa es que luego hicimos tres sesiones de fotos, porque me volví loca y decía: 'Qué va, tío. Es que la portada no está'. Porque me parecía que no era lo suficientemente luminosa. Luego hicimos esta foto, que me encantó, y me parece que ha entendido muy bien lo que quería transmitir", cuenta esta mujer que se encuentra recogiendo las mieles de un éxito que ha sido fruto de la constancia y el trabajo.

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También daba algunos detalles de cómo surgió la idea de 'El camino', banda sonora de 'Emma', una serie que trata de concienciarnos sobre cómo afrontar un diagnóstico de esclerosis múltiple y cómo debemos actuar los demás si el paciente está en nuestro entorno: "Me llamaron de Novartis que querían hacer una serie para hablar de la esclerosis múltiple y concienciar a la gente sobre el dolor y toda la experiencia que pasa una persona hasta que le diagnostican. Claro, son cosas que no he sentido y me da respeto meter la pata. A ver si voy a decir algo que le va a molestar a alguien que lo padezca". Tras esa prudencia inicial, solo quedaba preparse: "Leí mucho, me metí en muchos perfiles de mucha gente que está pasando por eso y vi que hay siempre un proceso que se repite mucho que es que primero no lo aceptas. Como con cualquier golpe duro que te da la vida. Empecé así: 'No te lo mereces, duele'.