'Every grain of sand': granito de fe de Bob Dylan

En el año 1997 figuraría en la banda sonora de la película 'Another day in Paradise'
Bob Dylan
CORDON PRESS

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El tiempo de otoño suena a paseos, a luz que oscurece pronto, a aromas de frío que buscan esos puestos de castañas para alcanzar la calefacción central cuando las bajas temperaturas se desploman dando lugar a esa necesidad de abrigarse y de ponerse esas bufandas y gorros que protegen de heladas, nevadas y vendavales.

Momento de acercarse a grandes eventos que se preparan y organizan porque tomar el sol ya es historia en este año. Surgen en medio de este caer de hojas y de blanquearse las montañas jornadas y actos culturales, e incluso el acercamiento de la Fe a la cultura musical llena de tintes católicos como se celebra estos días en Zaragoza, la Sede del Pilar que huele a jotas y música en todas sus facetas artísticas.

La música siempre ha jugado un papel importante en el cristianismo. Incluso muchas canciones pop y rock aluden a ellos. Un ejemplo es el tema “Every grain of sand” del cantante norteamericano Bob Dylan. Se trata de su vigésimo álbum titulado Shot of love.

Respecto al tema de hoy hace alusión a la posible conversión al cristianismo de entonces de Bob Dylan. En sus temas canta al drama de Caín que mata por envidia a su hermano Abel. El compositor contrapone el pasaje también bíblico de Abrahán que obedece al designio de Yavé y sale de su tierra, Ur de los caldeos. Esto lo plasma en el tema donde recuerda al homicida errante de Caín y al Patriarca de Ur.

Y es que, ante cualquier error contempla la cadena del mal que creó Caín sin respuesta y que le hace ir errante. Para eso se fija en el Maestro Misericordioso que perdona las culpas de los que se arrepienten. Al propio Dios le llama el sol que ilumina tu vida para comprender que no siegues el camino recto.

No faltan quienes ven en este tema de Dylan una copia del grabador William Blake. Y es que el compositor norteamericano tomó de este poeta algunos apuntes para ponerlos música. El tema no tuvo mucha aceptación en Norteamérica que nunca pasó en su larga perduración en las listas, del número 33. En el año 1997 figuraría en la banda sonora de la película “Another day in Paradise”.





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