¿Por qué es tan importante hacerse una foto previa antes de empezar una dieta?

Hay dos momentos en el año que uno se propone hacer listas de nuevos propósitos: uno es el nuevo año y otro el comienzo de septiembre. Pues bien, ya han pasado unas semanas del segundo y son muchos los que quieren sumar hábitos nuevos al día a día y mantener una dieta saludable y equilibrada.

Pero antes de ponerse manos a la obra es interesante lo que ha comentado la influencers 'fit' Vikika Acosta. La deportista y nutricionista ha compartido en su perfil una imagen en la que pone punto por punto por qué es tan importante hacerse una foto antes de arrancar los nuevos hábitos y controlar el seguimiento.

Según la Vikika hay que hacerse una foto en una pared blanca, con luz natural y que alumbre mucho, intenta que te la hagan, usar siempre el mismo ángulo,  posa de forma natural. Estas premisas sirven para controlar la evolución física y motivarse al ver los resultados.

Y tras este curioso consejo, llega lo importante, las recomendaciones que hay que hacer para sumar hábitos saludables sin obesesionarse, ya es es la única forma de que estas rutinas perduren en el tiempoo. Además, claro está, es importante acudir a un nutricionista para que controle el índice de grasa que vamos perdiendo de querer bajar peso en mayor grado.

Recuerda que cuando se quiere perder peso no se trata de un exceso de líquido o músculo sino de grasa, y de la cantidad que perdamos al menos un “80%” tiene que ser de este tipo. No existen maneras mágicas pero si hay constancia y buenos hábitos, sí que será notable el cambio.

Olvídate de las calorías

Una de las acciones más comunes cuando estamos a dieta es mirar las calorías de un producto y ese es el mayor de los errores, según los expertos. No es cuestión de mirar calorías, sino de mirar el valor nutricional de lo que comemos.

El aceite de oliva, los frutos secos o el queso tienen una importante carga calórica para el cuerpo, pero aporta numerosos nutrientes que son importantes para el cuerpo. El queso tiene proteínas de alto valor biológico como calcio o vitamina D que deben tener una importante presencia en nuestra dieta. Y su número de calorías es mayor.

Comida procesada

La clave de una alimentación sana es escoger alimentos que tengan el menor procesamiento posible. Lo que se traduce en que los mejores productos son las materias primas, las que no tiene etiquetas.

Cuando un producto lleva etiqueta es que ya está listo para su consumo pero desde que sale de la fábrica hasta que te lo comes pasa un tiempo largo. Por ejemplo, para que el hummus que compras en tu supermercado favorito llegue a casa en condiciones óptimas le tienen que poner varios tipos de sustancias que no ayudan.

Verduras y frutas

Hay a quien ya le da pereza solo de leer estas dos palabras pero frutas y las verduras tienen que ser parte de la alimentación diaria. La alimentación tiene que ser primordialmente de origen vegetal. Es obvio que quien nunca come este tipo de alimentos, difícilmente va a conseguirlo de un dia para otro. Un buen truco es ir poco a poco.

Vida social

Es una de las principales dificultades. De lunes a viernes cumples a rajatabla tus objetivos pero llega el sábado, hace sol y ¿quien le puede decir que no a una pincho de tortilla y un refresco entre amigos? Es aquí donde más fallan las dietas. Pues bien, tranquilidad, porque si en el finde se hacen comidas fuera y durante la semana se han mantenido los buenos hábitos no pasa absolutamente nada. 

Prohibido dietas con apellido

A la hora de elegir una dieta olvídate de las que tienen nombre propio. No hay dietas milagro que luego no vengan con un efecto rebote. Una buena manera de detectarlas y saber cuales son es que estos regímenes siempre restringen alimentos. Una buena alimentación promueve que puedas comer de todo, o casi, ya nos gustaría.