Rocío Carrasco saca a la luz el coste económico que les supuso la deslealtad de Antonio David Flores
Tiempo de lectura: 3’
El segundo y tercer capítulo de ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’ ha vuelto hurgar en la herida de Antonio David Flores. Los testimonios de la que fuera su exmujer, Rocío Carrasco, han vuelto a dejar en muy mal lugar al excolaborador de Telecinco. La hija de Rocío Jurado se ha vuelto a abrir en canal y ha revelado aspectos nunca contados de su pasado, tras más de 20 años de silencio público. Visiblemente emocionada, Carrasco relata cómo fueron los años previos y posteriores a su primer embarazo. Una época de gran felicidad para Rociíto, que fue tornándose en oscura de forma paulatina por culpa de las actitudes del que fuese su marido, Antonio David Flores.
Uno de esos grandes problemas fue la infidelidad de la que fue testigo en una discoteca. Rocío narra en el segundo capítulo cómo cazó a Antonio David besándose con otra mujer. Esa traición del exguardia civil fue la primera de muchas, según relata la propia Rocío en la serie documental. Ya no le quedaban dudas y tenía claro de que su marido estaba viéndose con otra mujer. Unos hechos que tuvieron su constatación con una impactante factura telefónica. Carrasco cuenta cómo descubrió un abultado recibo que rondaba las 263.000 pesetas, unos 1580 euros actuales.
Tras asumir las continuas deslealtades de Antonio David y el dato de la factura como gota que colmó el vaso, Rocío se armó de valor y acabó pidiendo explicaciones a su marido. Sin embargo, él lo negó todo. "Él me decía una y otra vez que eran cosas mías, que estaba loca, que eran mis hormonas del embarazo y que estaba loca, que iba a malparir a mi hijo".
Ante la actitud evasiva de Antonio David, la hija de Rocío Jurado tomó una importante y arriesgada decisión: llamar a la amante de su marido. "Marqué el número y lo cogió una mujer, imagino que sería la madre de Sonsoles, le dije 'Soy Rocío Carrasco, la mujer del novio de su hija, solo llamo para decirle que vayan preparando una habitación para mi marido porque se va a ir para allá". Las duras palabras de Rocío se quedaron en un simple órdago sin consecuencias, ya que, como ella misma desvela en Telecinco, no quería quedarse sola afrontando un embarazo: "No quería que naciese mi hijo sin estar su padre".
El día que Rocío Carrasco pilló a Antonio David Flores
Para Rocío Carrasco hay un día que marcó un antes y un después en su relación con Antonio David Flores. En aquel momento, Rocío estaba embarazada del segundo hijo de la pareja y algo cambió sus vidas para siempre. Un hecho que fue imperdonable para la joven. Según narra la propia hija de Rocío Jurado en el documental, Antonio David se besó en una discoteca con una de las camareras y ella fue testigo directo del trágico momento.
Todo sucedió durante un verano en el que Rocío fue advirtiendo comportamientos extraños de Antonio David. Unas actitudes que lo alejaban cada vez más de ella y le acercaba a otras mujeres. “Lo pillé comiéndose la boca con la tía tras la barra. Él me ve. Salgo corriendo del bar y llorando, me da un ataque, me empieza a doler mucho la barriga y a tener como pinchazos, como contracciones”, explica Carrasco en Telecinco.
“Me dice estás loca, no estás bien de la cabeza, el embarazo te está afectando en la cabeza. Cuando me dice esto yo empiezo a hiperventilar y a tener un ataque de pánico. Estaba embarazada de su hijo, eso no me entra porque mi marido me pone los cuernos, me entra como madre, porque estaba embarazada de él, y él estaba utilizando eso para decirme que estaba loca y que lo que veía no era real”, recuerda la hija de ‘la más grande’ en Telecinco.
Tras estos duros momentos, tras darse cuenta y ser plenamente consciente de la infidelidad de su marido, Rocío toma la decisión que cambiaría su vida para siempre: la separación. “Me dijo yo no te llevo, te vas a andando, me quedo con ésta. Y me fui andando a las seis de la mañana, llorando por toda a calle. Quería meterme de un edredón y llorar porque no iba a llamar a mi madre para decírselo. En ese instante decido que me separo. Supe que eso se había terminado”, comenta Rociíto rotunda.
Los días sucesivos a su decisión fueron realmente complicados, con continuos ataques de ansiedad y pinchazos en la barriga que le hacían temer por su embarazo. Además, Rocío cuenta que tuvo que sufrir el escarnio público de ser la “cornuda” de España: “Lo sabía todo el pueblo, menos yo hasta que lo vi. Lo sabían todos, mis amigos, mi prima, era vox populi. Me gritaban ‘Rociíto eres una cierva embarazada’, lo sabía la prensa, también María Patiño”.
También te puede interesar...
