Los apoyos y detractores de Rocío Carrasco en 'Sálvame': el panorama con el que se va a encontrar en su debut
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Hace apenas un par de días, Telecinco soltaba uno de los bombazos con los que nos han sorprendido en lo que llevamos de 2021. Rocío Carrasco, tras haber cosechado un éxito de audiencia arrollador con su documental, contará con una silla de colaborada en 'Sálvame'. Una noticia que llamaba la atención, a simple vista, por dos aspectos que el espectador no puede obviar. El primero de ellos, que la sensación es que le están dando la silla que le arrebataron a su exmarido, Antonio David Flores, tras escuchar su testimonio en esos dos primeros episodios de 'Rocío, contar la verdad para seguir viva'. El segundo, que ha aceptado un puesto de trabajo en un programa con el que ha tenido tensiones hasta no hace mucho.
En medio de este escenario, lo cierto es que la hija de Rocío Jurado desembarcará siendo consciente de que cuenta con grandes apoyos que han ejercido de altavoces de su mensaje y que han dado la cara por ella ante las críticas más feroces por lo que ha contado delante de las cámaras, pero que también hay rostros que le pueden resultar menos amables. No se puede olvidar que en ese mismo plató que ahora será su 'oficina', se ha llegado a atacar a su marido, Fidel Albiac, con acusaciones tan gruesas como que levantaba el teléfono con mucha facilidad para vetar informaciones o para intentar que se despidiera a alguno de esos profesionales que entretienen cada tarde a la audiencia de 'Sálvame'.
En el primer grupo, no cabe la menor duda, situaremos a Carlota Corredera y David Valldeperas. Este último, fue quien consiguió convencerla de que realizase la docuserie. Su relación venía de atrás, ya que coincidieron en 'Hable con ellas', donde Rocío era una de las colaboradoras y él el director del espacio. A la gallega la hemos visto, incluso, amenazar con irse del plató de su programa si uno de los colaboradores -Antonio Montero para más señas- no salía del mismo espacio físico en el que ella se encontraba tras llamar a Carrasco "mala madre". Y, por supuesto, Jorge Javier Vázquez también será una de esas manos que se le tiendan en el camino, por no hablar de una de sus mayores defensoras desde mucho antes de que rompiera su silencio: Belén Rodríguez.
Estos serían los cuatro pilares sobre los que poder apuntalar este nuevo reto que tiene por delante y que algunos sostienen que le va a servir como una especie de terapia dentro de ese camino que está recorriendo para recolocar todo en su vida y desterrar el dolor por el que se ha visto lastrada durante más de dos décadas. Pero lo cierto es que también hay una serie de voces que no le van bailar el agua y que provocarán, no nos cabe la menor duda, momentos incómodos.
Las voces incómodas
Empezando por Paz Padilla, con quien ya advirtió que tenía una conversación pendiente y que sigue sin entender cómo puede haber cortado todo tipo de relación con su hija. No es la única con la que ha tenido tensiones que pueden reavivarse una vez delante de las cámaras. Entre ellos, Kiko Matamoros. Ambos han manifestado no tener problema alguno en coincidir en plató, pero este ha sido uno de los más críticos con ella -y menos con Antonio David-, lo que puede hacer saltar las chispas a la primera de cambio. Como también con una María Patiño que, si bien ha llevado un discurso más moderado en algunos momentos de la emisión de la serie, no se ha moridido la lengua cuando ha tenido que darle caña. Ni lo hará, porque no va en su espíritu.
Hay otros, como Kiko Hernández y Belén Esteban, que han recogido cable para asegurar que la creen. Y en el grupo de las incógnitas podríamos situar a Lydia Lozano que, si bien han sido muy duras con ella, también han dado un paso atrás que podría haber llegado a tiempo para que su convivencia en el plató sea más llevadera. Todo se verá, a partir de esta tarde, en Telecinco...
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