Así ha sido el comentado reencuentro entre Bruce Willis y su mujer tras pasar la cuarentena con Demi Moore

La imagen de Demi Moore y Bruce Willis juntos durante la cuarentena rápidamente se viralizó por todo el mundo. La pareja tiene una magnífica relación y no dudó en unirse junto a sus hijas en estos momentos de aislamiento. Algo que no habían podido hacer tanto tiempo hasta ahora.

Este confinamiento estaba planteado para que se sumara también la mujer del actor Emma Heming y sus hijas. Sin embargo, no llegaron a tiempo ante las restricciones gubernamentales y tuvo que quedarse en su casa de Los Ángeles, y hasta ahora no había podido darse ese reencuentro.

Una imagen habla más que mil palabras

La razón por la que no pudo viajar fue que la hija pequeña que tiene con Bruce se pinchó el pie en un parque con una jeringuilla usada, por lo que tuvo que acudir al hospital urgentemente y claro, esto, sumado a las revisiones médicas no pudieron trasladarse a Idoha.

Tras unas semanas duras y distanciados, la pareja por fin se ha reunido y la imagen de felicidad habla por sí sola. Por lo que en este momento todos, al completo, se encuentran en la casa en la que Bruce Willis reside con Demi y sus hijas con sus respectivas parejas.

El reencuentro de Demi y Bruce, lo más viral en la presa rosa de la cuarentena

La pareja se conoce desde 1987. En aquel momento e tenía 25 años y acababa de rodar Un loco verano, con John Cusack. Eso sí, entonces su corazón estaba ocupado por Emilio Estévez. Fue precisamente gracias a este, y al estreno de la película que protagonizó en ese año, Procedimiento ilegal, por lo que Demi Moore conoció al que sería su segundo marido: Bruce Willis. Él tenía 35 años, era famoso y amasaba una gran fortuna, y se enamoraron locamente.

Tiempo después volvieron a coincidir, él le pidió el teléfono y ella entonces no dudó en ser fiel a sus sentimientos y al flechazo que sintió por Willis. Por lo que comenzaron a salir y cuatro meses después se casaron en Las Vegas, e inmediatamente anunciaron el embarazo. Con el nacimiento de Rumer, su primera hija, ambos se trasladaron a un rancho en Idaho, centrados en darle a la pequeña una vida familiar maravillosa. Dos años después, Demi protagonizó Ghost, la película que la lanzó al estrellato. Sin embargo, las primeras crisis empezaron a aparecer. Tras el nacimiento de su tercera hija, Tallulah, la pareja empezó a distanciarse, en parte por el frenético ritmo de trabajo.

Treinta años después, la pareja ha sabido limar sus diferencias y quedarse con el cariño y el amor que tanto han cultivado estos años, especialmente por sus hijas. Gracias a ello hoy pueden estar aislados del mundo todos en familia y tan feliz. Bravo.

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