El premio de Leiva y Rubén Pozo al disolver a tiempo Pereza: "Logramos preservar algo tan bonito como..."

No era ningún secreto. Estaba anunciado. Leiva iba a ofrecer tres conciertos de cierre de su gira 'Cuando te muerdes el labio' en el WiZink Center de Madrid y lo iba a hacer con Rubén Pozo al lado. Con esa otra mitad al lado de la que recorrió España con su banda, Pereza, entre 2001 y 2011. Diez años que dieron para mucha música, anécdotas y para forjar una amistad que supieron poner por delante de cualquier otra cosa. A fin de cuentas, y tal y como Leiva confesó ante los miles de fieles que esperaron con paciencia ese gran momento de la velada, fue el motivo último de tomar caminos profesionales separados. Lo recalcamos: profesionales; porque, en lo personal, siguen siendo un tándem único e indivisible.

Mediado el concierto, de su boca salían una spalabras que provocaban tantos aplausos entre el público, que le cortaron varias veces. "Llega un momento bonito de la noche. Voy a invitar a un compa". Nada más que dos frases eran suficientes. Pero a él no le bastaba y profundizaba con un poco de literatura de la que viste las historias: "Compartimos pensiones con cucarachas y también saboreamos las mieles del éxito. Pero compartimos muchas cosas, como este sueño. Nunca me gusta tacharlo de éxito, pero en nuestro momento más importante, decidimos mantener nuestra amistad por encima de los réditos". Sí, no es fácil, pero lo pusieron por delante, y ese, quizás, haya sido su gran triunfo en la vida. "Lo supimos ver a tiempo y logramos preservar algo tan bonito como es la amistad", añadía.

Leiva aún tenía una pincelada más de nostalgia. "¿Cuándo fue la última vez que tocó Pereza en el Wizink?". La pregunta era respondida por él mismo: "Hoy hace 13 años. 19 de diciembre". Rubén Pozo se colocaba a su lado y a más de uno entre el público se le caía la lágrima. De emoción, por supuesto, pero, a la vez, por esa nostalgia que rasca y que se acentuaba con el discurso de este antes de que comenzaran a rescatar clásicos, auténticos himnos, de su repertorio.

El agradecimiento de Rubén Pozo y su banda

"Es un momento muy emocionante para mí. Es un regalo lo que Leiva ha hecho con mi banda y conmigo: dejarnos tocar hoy aquí. Pero hay un regalo especial. Para mí, un sueño, es lo que vamos a tocar ahora. Tengo miedo porque la gente no lo va a conocer. Pero como decía Martín McFly, espero que os guste. Y si no, a vuestros hijos les va a encantar", era ese discurso tras el que no podía sonar otra cosa que no fuera 'Madrid'. Esa ciudad en la que nacieron y que, anoche, les volvió a ver el uno al lado del otro sobre el escenario.

Además, se lanzaron a cantar, en un derroche de complicidad de los que ponen de manifiesto que hay cosas que no se lleva por delante el tiempo, a dar forma en vivo a 'Yo pienso en aquella tarde', 'Como lo tienes tú', 'Estrella Polar'. Y, después de los bises, Leiva llamó al escenario a Rubén para cerrar la noche con 'Lady Madrid'.