Trucos infalibles para abrir cosas: ¿por qué lo llaman 'abrefácil'?

Esta mañana, nuestra productora Luz García de Burgos se ha enfrentado a un reto durísimo. ¿Cómo es posible que pongan sándwiches envueltos en una máquina de vending pero que para abrirlos necesites casi unos alicates? La cosa está complicadísima si nos ponemos a abrir ciertos envases, botes o, incluso, frutas. Hoy te hemos preguntado cuál ha sido tu mayor liada para intentar abrir algo y, la verdad, hemos flipado.

Entre otras historias, hemos descubierto la peor manera de intentar abrir un coco. ¿Te has dado cuenta de que es dificilísimo? Pues nos ha llamado Paloma no solo para demostrar que es dificilísimo, también para contarnos que la mejor idea no es intentar romperlo contra el suelo lanzándolo desde un ático...

Nos ha llamado, también, Paula, para contarnos que ella tuvo evaluaciones en su cole y decidieron brindar en la sala de profes con una botella de vino. Nadie llevó un sacacorchos y ella, aunque no bebe, con tal de ayudar hizo el truco de meter el corcho hacia dentro pero no le salió como esperaba... ¡y acabó llena de vino!

Escucha aquí lo que le ha pasado a Paula y, si quieres que no te pase lo mismo, toma nota:

¿Cómo abrir una botella de vino si no tienes un sacacorchos a mano?

• La técnica del zapato. Coloca la botella en la parte inferior del zapato: el corcho en el lado en el que estás tú y el 'culo' de la botella en la parte inferior del zapato, por donde metes el pie. Una vez tengas bien sujeta la botella tienes que golpear de manera suave y firme en la pared (o en un lugar estable) y el corcho empezará a moverse. Si no tienes un zapato a mano, utiliza cualquier objeto que pueda servir para proteger la botella y que no se rompa. Cuando el corcho se haya desplazado lo suficiente para retirarlo, cógelo y sácalo con tus dedos.
• La técnica del manitas. ¿Tienes una caja de herramientas a mano pero no tienes un sacacorchos? Como dirían en Bricomanía: vamos a crear un sacacorchos fácil, sencillo y para toda la familia. Enrosca un tornillo en vertical en el corcho (pínchalo y gira), y con unos alicates ejerce la presión hacia arriba que ejercería el sacacorchos. Et voilà!
• La de empujar el corcho. Esta es cuestión de fuerza: coloca la botella en el suelo, sujétala y empuja el corcho con cualquier objeto firme que tenga las medidas del corcho para que así, forzándolo, acabe cayendo dentro del vino. Eso sí, el vino podrá contener trocitos de corcho.