¿Por qué nos cuesta recibir un halago? Estos cinco motivos pueden ser la clave

Cuando vas guapo y te lo dicen, cuando elogian una parte de tu trabajo, cuando te halagan por algo que has hecho... ¿te da vergüenza solo plantearlo? Tiene una explicación y es que a muchas personas les cuesta recibir halagos por diferentes motivos y todos tienen mucho que ver con el carácter que tenemos y con nuestras emociones. Es importante trabajar en este sentido para mejorar nuestra capacidad de asumir esos comentarios positivos y aceptarlos de la manera más humilde y sencilla.

Pero... ¿por qué nos cuesta recibir halagos?

Los psicólogos aseguran que hay cinco motivos clave por los cuales no llevamos bien los halagos. Piensa en esas ocasiones en las que te han dicho algo positivo y analiza: ¿te has sentido de esa manera?

• Por tener la autoestima baja.
• La persona que te lo ha dicho te genera desconfianza: crees que te lo dice por lástima, por ser amable... No deja de ser un factor, también de cierta baja autoestima.
• Consideras que te hacen ese halago porque te quieren y sientes que te lo dicen por cumplir. Si nos lo dice alguien de nuestro entorno cercano, de nuestra familia... ¿no te hace pensar que puede ser que lo hagan porque te quieren? ¿Y por qué no pensamos que nos lo dicen porque lo sienten?
• La falsa modestia puede llevarnos también a no aceptar ciertos halagos porque no nos consideramos que los merezcamos... o porque creemos que nos lo dicen para conseguir algo a cambio.
• En cierta medida también puede afectar el sentimiento cultural hacia el halago, el entorno donde hemos crecido y cómo se entiende este tipo de comportamiento.

¿Tú qué tal llevas los cumplidos? ¿Te gusta o te cuesta aceptarlos?